La razón: el cartel oficial de la clausura de los Juegos Olímpicos, en el que, según algunos críticos europeos, aparece Lucifer, es decir: el propio Diablo nabucodonosórico sin remilgo alguno…
Dicen que el hombre luminoso en dirección a la Tierra, se parece mucho al ángel caído del cuadro del artista francés Gustave Doré, pintado para el poema «El paraíso perdido» de John Milton.
De otro lado, el relato del capítulo 14 del libro de Isaías, en sus versículos 12 al 14, se lee como sigue:
¿Cómo caíste del cielo?, hijo de la aurora, estrella clara… te estrellaste en la tierra, pisoteando todas las naciones. Y enunciaste en mi corazón: Subiré al cielo, mi trono es más alto que las estrellas de Dios, y me sentaré en el monte en la asamblea de todos los otros dioses… Ascenderé a las alturas de las nubes, para ser como el Altísimo.
Culpan directamente al director artístico de los Juegos, Thomas Joly y a las autoridades francesas, entre ellas al Presidente Macrón. Dicen que en el Palacio del Elíseo se acordó la burla de la Última Cena, el uso de la imagen de la muerte en forma de un jinete plateado, sobre un caballo pálido y otras exordios diabólicos. El resto de las reacciones de algunos críticos europeos, se encuentran en las capturas de pantalla.
Pues bien, los momentos más brillantes y escalofriantes de los Juegos Olímpicos de 2024 ya han sido recopilados por Víctor Marenco y el Mash Room.