Agosto 12, 30 años A.C. muere Cleopatra. ¿Por qué tan seductora?

Por: PepeComenta

Los historiadores dicen que no era muy bella, pero sedujo a dos de los principales generales romanos, Julio César y Marco Antonio 

Aquí a través este enlace pueden expresar sus opiniones, por favor

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No hay nada que no se haya dicho sobre Cleopatra, nada nuevo, al menos. Hay cientos de libros, miles o más de artículos, decenas de documentales, y no sé cuántas películas dedicadas a la bella reina del Nilo y sus múltiples aventuras, políticas y amorosas. Yo no voy a descubrir el hilo negro, ni a sacar basura del revisionismo, para eso están otros. Un personaje de la envergadura de Cleopatra tenía desde hace tiempo su lugar reservado en Ciencia Histórica (https://www.cienciahistorica.com/2016/03/23/cleopatra-reina-seductora-pudo-serlo)/
No hay nada que no se haya dicho sobre Cleopatra, nada nuevo, al menos. Hay cientos de libros, miles o más de artículos, decenas de documentales, y no sé cuántas películas dedicadas a la bella reina del Nilo y sus múltiples aventuras, políticas y amorosas. Yo no voy a descubrir el hilo negro, ni a sacar basura del revisionismo, para eso están otros. Un personaje de la envergadura de Cleopatra tenía desde hace tiempo su lugar reservado en Ciencia Histórica (https://www.cienciahistorica.com/2016/03/23/cleopatra-reina-seductora-pudo-serlo)/

Julio César había llegado a Alejandría persiguiendo a su rival Pompeyo -a quien había derrotado en Farsalia- pero al llegar al palacio le esperaba una sorpresa. una alfombra enrollada, de la que salió como por arte de magia, la ingeniosa Cleopatra. 

Desde luego, eso sólo no había bastado para seducirlo.  César un militar de 52 años, casado, y dueño de todas las mujeres que deseara en Roma, era un objetivo difícil, pero la egipcia hizo que se doblegara ante sus encantos. De acuerdo con lo afirmado por el historiador griego, Plutarco, su excelso talento, su extraordinaria personalidad y sobre todo su facilidad de expresión, fue lo que subyugó al poderoso dirigente romano

Así lo describe Plutarco:

-Según dicen, su belleza no era tal que deslumbrase o que dejase parados a los que la veían; pero su trato tenía un atractivo inevitable, y su figura, ayudada de su labia y de una gracia inherente a su conversación, parecía que dejaba clavado un aguijón en el ánimo. Cuando hablaba, el sonido mismo de su voz tenía cierta dulzura.  Los encantos de su figura, secundados por las gentilezas de su conversación, y por todas las gracias que se desprenden de una feliz personalidad, dejaban en la mente un aguijón que penetraba hasta lo más vivo.  Poseía una voluptuosidad infinita al hablar, y tanta dulzura y armonía en su voz que su lengua era como un instrumento de varias cuerdas. Cuando hablaba, el sonido mismo de su voz era de una dulzura total- dice el historiador en su obra Vida de Antonio. 

Julio César permaneció varios meses en Egipto con Cleopatra, con quien tuvo un hijo el futuro Ptolomeo XV -Cesarión-  en el año 47 A.C: y luego, hizo que Cleopatra visitará  Roma.
Si bien hubo bastante disgusto entre la aristocracia romana, lo cierto fue que la egipcia recibió allí todos los honores y múltiples recepciones oficiales. La segunda vez, en el año 44, tuvo que huir pues Julio César había sido asesinado.

A raíz de la muerte del caudillo, se integró el denominado Segundo Triunvirato -el primer fue conformado por César, Pompeyo y Creso- integrado por Marco Antonio, Octavio y Lépido.

Tras la victoria de los triunviros sobre el Ejército Republicano comandado por los asesinos de César, Casio y Bruto. Antonio quedó con el dominio de las provincias orientales del Imperio, y molesto con el comportamiento de la reina de Egipto, Cleopatra, se dirigió hacia ella. Planeaba humillarla y obligarla a pedir perdón por su débil postura frente a los adversarios de Roma. Pero la historia de César se repetiría.

Según narra Plutarco, Cleopatra fue a recibir a Marco Antonio y para ello,  «remontó el río Cydnos en un barco con la popa de oro, las velas púrpura y los remos de plata. El movimiento del barco sigue la cadencia del sonido de las flautas, se casa con el de las liras y de los caramillos. Ella misma, tocada como se suele pintar a Afrodita, está tendida bajo una tienda bordada de oro y los niños, parecidos a los amores de los cuadros, la rodean abanicándola”.  

Marco Antonio sucumbió al primer impacto. Cleopatra había asegurado que esta conquista sería más fácil que la de Julio César, pues ella ya no era la niña inexperta de años antes, sino que ahora estaba más curtida, tenía una mayor experiencia y así resultó.

Desentendido por completo de los asuntos estatales, Marco Antonio debió volver a Roma en el año 40 para tratar de fortalecer las ya resquebrajadas relaciones con Octavio, y por razones políticas, se casó con Octavia. hermana de su rival, pero esto no serviría de mucho. 

Tuvo dos hijos con ella, pero en el año 35, se divorció de ella para reunirse de manera ahora sí definitiva con Cleopatra.

Fue una de las causas de la guerra civil entre ambos triunviros, que finalizó con la derrota de Antonio en Actium, su muerte y el susidio de Cleopatra.

La seducción no estaba en su belleza.