Disidencias de las Farc niegan complot para asesinar a Gustavo Petro y acusan al presidente de difundir falsas amenazas

En respuesta a las declaraciones del presidente Gustavo Petro, quien afirmó que las disidencias de las Farc estaban planeando un atentado en su contra utilizando un francotirador, el Estado Mayor Central de este grupo insurgente ha emitido un comunicado en el que niegan categóricamente tales acusaciones. Petro había señalado que un grupo vinculado al narcotráfico en Dubái, en alianza con las disidencias, había contratado francotiradores y adquirido armamento con el objetivo de ejecutar el plan el pasado 20 de julio.

«Petro, el único que ha amenazado con matar a alguien es usted, con un plan para asesinar y capturar al camarada Iván Losada», se lee en el comunicado emitido por las disidencias. El documento también señala que este supuesto plan de Petro debía concluir el 20 de julio, pero que fue extendido 45 días más, bajo la supuesta orden de «los gringos» y en colaboración con la inteligencia militar y policial colombiana.

En su pronunciamiento, las disidencias expresaron su asombro por lo que consideran una falta de rigor por parte de los asesores de seguridad e inteligencia de Petro, quienes, según ellos, permiten que el presidente dé credibilidad a información infundada. Asimismo, pusieron en duda la veracidad de la fuente que habría proporcionado los datos sobre el presunto atentado, identificándola como un abogado penalista en Nueva York que representa al narcotraficante Dairo Antonio Úsuga, alias ‘Otoniel’, actualmente encarcelado en Estados Unidos.

El comunicado subraya que tanto ‘Otoniel’ como su abogado pertenecen a un sector político y militar de extrema derecha, con el que las disidencias nunca han tenido vínculos, salvo como enemigos en el campo de batalla. «Creemos que es por esto que se movió la información a través de la embajada de Estados Unidos en Colombia, la misma que Petro visitaba en el año 2018 para entregar información de miembros de su partido», finaliza el comunicado del Estado Mayor de las Disidencias.

La controversia generada por estas declaraciones ha avivado el debate sobre la seguridad del presidente y las tensiones con los grupos armados en el país, dejando al descubierto las profundas divisiones políticas y los intereses en juego.