Pocos son los días y muchos los problemas

Dos años han transcurrido desde la posesión de Gustavo Petro como Presidente de la República. Al resumir los principales logros obtenidos por cada sector de gobierno, la presidencia consideró oportuno “revisar el camino andado, reconocer las adversidades enfrentadas y sobre todo, fijar en el horizonte las metas por alcanzar,”.

Llama la atención que un asunto  de vital importancia para el país, como La Paz Total, no amerite un capítulo especial en el resumen presentado por El Ejecutivo. Siendo justos, hay que advertir que las referencias a la política de La Paz Total se encuentran diseminadas en varios párrafos del resumen presidencial.

En el resumen relativo a políticas públicas se dice que gracias a un plan de choque se avanzó en la implementación del Acuerdo Final de Paz, especialmente, en el cumplimiento de las metas y los 49 indicadores relacionados en el Plan Marco de Implementación (PMI) y los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), reportando en el registro de los indicadores en el Sistema Integrado de Información para el Posconflicto (SIIPO), que pasó del 48,58% en 2022 al 61.1 % al finalizar el 2023.

Como hecho positivo en su cosecha de logros en materia de paz, la Presidencia destaca la expedición del Decreto 0665 de 2024, para la adopción de la Política Pública y el Plan de Acción Permanente para el desmantelamiento de organizaciones criminales que atentan contra la construcción de paz, la elaboración concertada del Programa de Protección Integral (PPI) el cual se encarga de coordinar la implementación de las políticas, programas, accíones y medidas para la protección integral a la población firmante del Acuerdo de Paz, en articulación con el Programa de Reincorporación Integral (PRI).

En contraste con lo anterior, a través del auto 1273 del pasado 26 de julio, la Corte Constitucional ordenó al Ministro del Interior la presentación, casi de inmediato, de un informe sobre las acciones y medidas para prevenir los hechos victimizantes en contra de las personas en proceso de reincorporación y los avances de la implementación de la Política Pública de Reconciliación, Convivencia y no Estigmatización.

Lo cierto es que el período constitucional del actual gobierno avanza, el tiempo no se detiene, y pareciera que La Paz Total es cada vez más esquiva, situación que fuerza al Presidente a tomar decisiones desde el inicio mismo de este su tercer año de gobierno, que le permitirán salir políticamente airoso de esa olla a presión en que se ha convertido la política de paz total.

Abrir escenarios de diálogo para el sometimiento a la justicia de grupos herederos o sucesores del paramilitarismo como el Clan del Golfo (AGC) y las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada (ACSN), dedicados principalmente al narcotráfico y otras actividades ilícitas como la extorsión, el microtráfico y el sicariato, son acciones concretas que permitirán al gobierno tomar un segundo aire en una atmósfera seriamente contaminada por la presión política a la que se encuentra expuesto el actual gobierno. 

Presión política que como hemos visto se expresa de distintas formas y desde los más variados sectores de la sociedad.

Hay quienes dicen [Rios Monroy] que haber abierto ocho tableros de diálogo en simultáneo, unos con miras a la negociación de paz y otros al sometimiento, fue una apuesta muy ambiciosa, sin una hoja de ruta clara ni un documento guía en el que se definiera la metodología, objetivos, y sobre todo, las líneas rojas para la negociación.

Petro inicia su tercer año de gobierno con apenas cuatro procesos, (ELN, EMC, Segunda Marquetalia y ahora AGC), los cuales, en su mayoría, se encuentran en un estado de crisis que tiende a agravarse.

Para la muestra basta un botón. Desde la instalación de la mesa con el ELN, en noviembre de 2022, varios son los incidentes que se han  presentado, los Elenos han venido insistiendo que para ellos es esencial: 1) que el gobierno proceda a revisar su decisión de iniciar un proceso paralelo con el denominado “Frente Comuneros del Sur”; 2) que se considere pactar un nuevo acuerdo sobre cese de fuego y 3) que el Presidente expida un decreto retirandolos de la lista de los denominados Grupos Armados Organizados (GAOs). Todo indica que de la forma como los negociadores hagan frente a esas “lineas rojas” dependera el futuro de esa negociación.

Esa nueva visión del mundo y nuevas posibilidades de crecer como nación a las que alude el resumen Presidencial deben pasar necesariamente por hacer la revisión objetiva del camino andado, reconocer las adversidades enfrentadas y por sobre todo, fijar en el horizonte de las metas por alcanzar la solución a la crisis por la que atraviesa la política de La Paz Total.

Parafraseando el texto bíblico, se podría afirmar que pocos son los días que le quedan al gobierno del Presidente Gustavo Petro para hacer realidad su política de La Paz Total y muchos los problemas por solucionar.