En una operación decisiva para debilitar a la organización terrorista Jaime Martínez, las tropas del grupo de operaciones fluviales lograron capturar a tres cabecillas de esta estructura disidente en la zona rural de Buenaventura. La intervención se llevó a cabo en la región entre los ríos Naya y Raposo, donde los insurgentes se encontraban a bordo de una embarcación cargada con material de guerra.
De acuerdo con el reporte oficial del Ejército, los capturados transportaban una significativa cantidad de armamento y explosivos. Entre los elementos incautados se encontraron dos fusiles, tres pistolas, un lanzagranadas tipo tatuco, cuatro lanzacohetes, 21 artefactos explosivos improvisados tipo mortero, 18 proveedores de diferentes calibres, cerca de 2.000 cartuchos de guerra y un motor fuera de borda de 75 caballos de fuerza.

La incautación de este armamento representa un golpe significativo al brazo armado de la organización que afecta gravemente al suroccidente del país, particularmente en las zonas de Chicayá, Yurumanguí y el río Naya. La operación fue efectiva gracias a la localización precisa de la embarcación y la implementación de una ruta estratégica para el desarme y la captura de los disidentes.
Este éxito operativo subraya el compromiso de las autoridades con la seguridad y la estabilidad de la región, al tiempo que refuerza los esfuerzos para desmantelar las