El presidente Núñez lo escogió para que la redactara y además sin que conociera siquiera el mar, lo designó Delegado Constituyente de Panamá.

Se creó una Constitución Centralista, para «acabar con la anarquía que trajo el Federalismo», según Núñez.
A Miguel Antonio Caro, presidente de la República entre 1892 y 1897, quien nació un día como hoy, 10 de noviembre, del año de 1843, la historia de Colombia lo considera como un político serio, que no se prestaba a componendas y como un excelente escritor. Ambas afirmaciones tienen contradictores que cuentan con razones de mucho peso.
En el año de 1886, el entonces presidente de la República, Rafael Núñez, decidió que para poder gobernar debía hacer profundos cambios que favorecieran sus deseos y entonces, se asomó al balcón de palacio para pronunciar una frase que se hizo famosa:
–¡La Constitución de 1863 ha dejado de existir!
Si la máxima legislación del país había muerto,se debía de manera urgente configurar otra y para ello, convocó delegatarios que le fueran incondicionales y se acomodaran en todo a sus criterios. Por eso, decidió que todos losde la oposición -liberales radicales, federalistas y demás- quedarían por fuera de la nueva norma que sería elaborada por allegados suyos, nombrados por los jefes civiles y militares de los estados, que a su vez habían sido designados por él.
Por tal motivo, los delegado por el Estado soberano de Panamá para la creación de la nueva Constitución –fueron escogidos a dedo por el gobierno y resultaron ser sus voceros Miguel Antonio Caro, quien no conocía el mar, ni el río Magdalena y menos aún Panamá; y el otro lo fue Felipe Fermín Paul […] hermano de monseñor José Telésforo Paul, arzobispo de Bogotá durante la Regeneración y gran amigo de Núñez (Alarcón, 2010, 211)- de acuerdo con lo que señala Salomón Kalmanovitz en la revista de la Universidad Externado de Colombia https://revistas.uexternado.edu.co/index.php/index
Si no se prestaba a maquinaciones politiqueras, si era tan serio y honesto como sostienen sus defensores ¿Por qué Caro aceptó ser delegado de una parte del país que no conocía siquiera?
Núñez sostenía que muchos de los graves problemas que había tenido el país a causa de levantamientos por exigencias de autonomía, se originaban en Panamá, según cuenta Kalmanovitz y por ello, había que crear una Constitución del todo centralista, que le permitiera al Gobierno tener control absoluto de las regiones.
–Núñez adujo que la anarquía que trajo el federalismo tenía su epítome en Panamá con sus frecuentes cambios de mandatarios– dice en la publicación.
Como remate -agrega Kalmanovitz- se le quitó cualquier asomo de posibilidades al Istmo de participar en las decisiones nacionales:
Esa Constitución redactada por Caro, delegado de Panamá, le quitaba no sólo a Panamá sino a las demás regiones, la autonomía política y los recursos presupuestales, lo que convirtió a los Estados, en ese entonces soberanos, en departamentos con muy poco dinero fiscal y despojados de toda su autonomía, en especial al Istmo, según el Artículo 201
–El Departamento de Panamá está sometido a la autoridad directa del Gobierno, y será administrado con arreglo a leyes especiales» (ibíd., 214)
Con este protagonismo en la Constitución de 1886, Miguel Antonio Caro cumplió a cabalidad con los deseos de Núñez pero queda en el aire interrogante. ¿Es cierto lo afirman sus defensores de que nunca se prestó a componendas o manipulaciones malintencionadas?
Y en cuanto a lo de excelente escritor y poeta…
Patria, te adoro en mi silencio mudo
y temo profanar tu nombre santo (¿Silencio mudo? ¿Es que hay algún silencio que emita sonidos?.
Tal vez por eso dijo de él el escritor José María Vargas Vila:
Cuando se nace en Bogotá, allá muy alto, bajo un cielo azul y sereno, besado por las brisas de la Sabana y las ráfagas de los páramos orientales, se tiene esa imaginación severa y fría, esa inspiración levantada, pero sin gran colorido, fantasía pálida y nebulosa de las creaciones alemanas y las leyendas escandinavas: tierra de estudio más que de genio, de cultivo más que de espontaneidad, de Arte más que de inspiración, de clásicos más que de talentos, de literatos más que de poetas; se vive ebrio de misticismo y ahíto de antigüedad; se es un Don Miguel. Antonio Caro; es decir, lo clásico mediocre.
[Fuente: tomado de pepecomenta.com]