Los llamados al combate

Por Víctor Hugo Marenco Boekhoudt

Observen con mucho cuidado el video arriba expuesto. Ocurrió en la ciudad de Odesa (Ucrania) ayer y se cuenta de esta manera: Un hombre es sujeto de arresto por el ejército de Ucrania, para combatir en la guerra contra Rusia y al momento, es defendido por su esposa, por su hija y por su madre.

¿Cómo se entiende esta digresión?. Los ucranianos promueven e incitan este conflicto, pero al momento de ir al frente a combatir, salen las mujeres a evitar que sus hijos, esposos y parientes, vayan a “defender” la patria. Dicho de otra manera: es lo mismo que ocurre aquí en Colombia, en Venezuela y en otros lados…

Muchos desean que la guerra en nuestro país continue, extendiéndola por todos sus rincones, pero cuando llega el momento en que participe un familiar en ella, se niegan de manera rotunda y lo evitan como sea. Sucede aquí, pasa allá y en todo el mundo… ¿O es que nosotros los colombianos, somos los más giles?.

¿Quién entiende esta estúpida logomaquia?. Es la paz la que se urge y es la decisión que tomó la inmensa mayoría de este pueblo colombiano en el 2022, de optar rotundamente por ella. ¿Quién quiere ver morir en estas guerras rompientes a sus familiares o amigos?. ¿Por qué aquellos que azuzan estos conflictos, como los oligarcas tradicionales de aquí, no envían a sus hijos al frente?. Tan fácil es llamar a la guerra y tan difícil, duro y doloroso sepultar los nuestros…