La comunidad del barrio Lucero expresa su profunda desilusión con la administración distrital debido a los problemas derivados de la reciente canalización del arroyo de la Felicidad.
Desde la inauguración de la obra en noviembre de 2022, los residentes han visto cómo las placas de concreto en la calle 56 con carrera 31 han empezado a ceder, convirtiéndose en un grave peligro para quienes transitan por el área.
La obra, que prometía solucionar los problemas que el torrente caudaloso generaba cada temporada de lluvias, ha resultado ser una fuente de preocupación. Pese a las expectativas iniciales, las placas de concreto han comenzado a deteriorarse, y el tránsito por la vía se ha vuelto cada vez más riesgoso. Esta calle es una ruta obligada para varias líneas de buses, aumentando el riesgo de un posible accidente grave similar al ocurrido en el puente de la calle 30.
Este es el panorama que presenta la carrera 30 entre calles 56 y 57:




Los vecinos han enviado múltiples quejas a la Alcaldía sobre el estado de las placas, pero según informan, las respuestas han sido insuficientes. Las autoridades han enviado personal para tomar fotografías del problema, pero no han tomado medidas efectivas para solucionar la situación. Esto ha llevado a una creciente frustración entre los residentes, quienes temen que una tragedia pueda ocurrir si no se actúa con urgencia.
La comunidad hace un llamado a las autoridades para que prioricen la reparación de las placas y garanticen la seguridad de los transeúntes. Mientras no se registre un accidente grave, el problema continúa esperando una solución adecuada, dejando a los vecinos en un estado de creciente desesperanza.