Luisa Blanco, la joven gimnasta colombiana, deslumbró en su debut en los Juegos Olímpicos, llevándose consigo el cariño y orgullo de su país. En la final del All-Around femenino, Blanco demostró su talento y dedicación, concluyendo con una puntuación total de 50.199 y ocupando el puesto 23 en la competencia.
La jornada comenzó con una presentación en el suelo, donde Blanco ejecutó una rutina con música colombiana. La precisión de sus movimientos le otorgó una puntuación de 12.700, con una dificultad de 4.700 y una ejecución de 8.000.
En la segunda rotación, la gimnasta colombiana impresionó con un yurchenko con giro y medio en el salto, obteniendo una excelente caída. Su puntuación final fue de 13.500, resultado de una dificultad de 4.600 y una ejecución de 8.900.
Sin embargo, las barras asimétricas presentaron desafíos. A pesar de ser su mejor aparato en la ronda previa, un roce con sus pies le hizo perder velocidad, obligándola a retomar la rutina. Aun así, Blanco logró una puntuación de 11.133, con una dificultad de 4.500, una ejecución de 6.933 y una penalización de -0.3.
La competición culminó con la viga de equilibrio, su especialidad. Blanco logró su puntuación más alta del día con 12.866, gracias a una dificultad de 5.300 y una ejecución de 7.566, cerrando su participación con un total de 50.199 puntos y la posición 23 en el All-Around.
Blanco proyectó felicidad y tranquilidad durante toda la competencia, destacando que su principal objetivo era superarse a sí misma y representar dignamente a Colombia.
En la misma competencia, Simone Biles, la múltiple campeona olímpica estadounidense, se coronó campeona con una puntuación final de 59.131. La brasileña Rebeca Andrade obtuvo la plata con 57.932 puntos, y el podio lo completó la estadounidense Sumisa Lee con 56.465 puntos.
Luisa Blanco ha dejado claro que su carrera en la gimnasia apenas comienza y que su amor por Colombia seguirá siendo su mayor impulso en futuros desafíos deportivos.
