El proyecto de ley, impulsado por el representante Cristhian Avendaño, busca eliminar la glorificación de criminales y promover una cultura de paz y respeto por las víctimas.
El Congreso de la República ha recibido un nuevo proyecto de ley que busca prohibir la comercialización, distribución, uso y porte de productos y símbolos que exalten la imagen de personas condenadas por delitos según el Código Penal. La iniciativa, presentada por el representante de la Alianza Verde, Cristhian Avendaño, apunta a erradicar lo que describe como una «cultura mafiosa» enraizada en la sociedad colombiana, que ha glorificado figuras como Pablo Escobar, el infame líder del Cartel de Medellín.
Avendaño argumenta que es crucial «dejar atrás a quienes le han causado tanto daño al país». En su discurso, subrayó que personajes como Escobar y otros como Popeye deben ser relegados al olvido, ya que han sido símbolos de una época dolorosa de violencia y sangre en Colombia. El representante destacó la necesidad de luchar contra la ‘narcocultura’ que, según él, se ha impuesto durante demasiado tiempo, afectando la percepción internacional de Colombia y perpetuando estigmas negativos.
El proyecto de ley no solo busca eliminar la venta de mercancía que glorifica a estos personajes, sino también fomentar una cultura de paz, promoviendo la convivencia pacífica, la reconciliación y el respeto por los derechos humanos y las víctimas. Avendaño fue enfático al decir que «es una vergüenza y una falta de respeto con las víctimas» que las personas usen o vendan objetos que enaltecen a asesinos y narcotraficantes. En su lugar, propuso que la sociedad debería centrarse en celebrar aspectos positivos de la cultura colombiana, como la alegría de su gente, la biodiversidad, y la resiliencia y espíritu emprendedor de los colombianos.
El proyecto contempla sanciones para quienes no cumplan con la norma una vez esta sea aprobada por el Congreso y sancionada por el presidente de la República. Las sanciones incluyen multas, suspensiones temporales de actividades y la destrucción de bienes que violen la ley. Sin embargo, la propuesta legislativa también establece excepciones, permitiendo el uso de estos productos y símbolos con fines de pedagogía ciudadana, investigación o enseñanza.
El debate sobre esta iniciativa se enmarca en un contexto más amplio de esfuerzos para reconfigurar la narrativa social en torno a la violencia y el crimen organizado en Colombia. Los defensores del proyecto esperan que su aprobación marque un paso significativo hacia la creación de una sociedad más justa y respetuosa, donde las víctimas sean honradas y los criminales no sean glorificados.
La discusión en el Congreso promete ser intensa, ya que se tocarán temas sensibles relacionados con la libertad de expresión y el derecho a la memoria histórica. Sin embargo, los proponentes insisten en que es una medida necesaria para proteger el tejido moral y social del país.