¿Distanciamiento diplomático? Tres puntos claves de la posición de Petro ante las elecciones en Venezuela

En un contexto de creciente tensión política, el presidente colombiano Gustavo Petro finalmente se pronunció sobre las recientes elecciones presidenciales en Venezuela, donde Nicolás Maduro fue reelecto para un tercer mandato. La reacción de Petro, uno de los aliados regionales de Maduro, fue recibida con interés, pues sus declaraciones marcan un posible distanciamiento del régimen venezolano. Tres días después de los comicios, Petro solicitó un escrutinio “transparente” y reconoció la existencia de “graves dudas” sobre el proceso electoral, describiendo la situación como un potencial detonante de “una profunda polarización violenta” que podría llevar a una “división permanente de una nación”.

El pronunciamiento del presidente colombiano se hizo eco de las críticas de la oposición venezolana y de varios gobiernos de la región, que calificaron los resultados de las elecciones como un «fraude». Petro instó al gobierno venezolano a permitir un proceso electoral transparente con la participación de todas las fuerzas políticas y observadores internacionales, señalando la importancia de un conteo de votos y actas que asegure la legitimidad del proceso.

Además, Petro se ofreció como “mediador” para facilitar un acuerdo entre la oposición y el régimen de Maduro. El mandatario subrayó la necesidad de llegar a un consenso que respete los derechos de la fuerza política derrotada en las elecciones, sugiriendo que dicho acuerdo podría presentarse como una «Declaración Unilateral de Estado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas». En sus declaraciones en la plataforma X, Petro resaltó: “Como el gobierno venezolano ha ayudado a la paz de Colombia, ahora este gobierno que represento quiere ayudar a la paz de Venezuela”.

En un tercer punto de su intervención, Petro abogó por el levantamiento de las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos sobre Venezuela. Catalogó estas medidas como “antihumanas” y afirmó que solo agravan la crisis de hambre y violencia en el país, además de fomentar el éxodo masivo de ciudadanos venezolanos. El presidente colombiano solicitó al gobierno estadounidense reconsiderar estas sanciones, enfatizando que su levantamiento podría contribuir a la estabilidad y paz en la región.

Esta postura de Petro representa un giro significativo en su relación con el gobierno de Maduro, señalando un posible distanciamiento y un llamado a la normalización democrática en Venezuela. La comunidad internacional observa con atención este desarrollo, dado el papel crucial de Colombia en la dinámica política regional.