La influencia histórica y cultural de un legado musical.
En el siglo XIX, Don Joaquín de Mier y Benítez, un prominente empresario español, dejó una profunda marca en Santa Marta. Su hacienda, dedicada al cultivo de caña de azúcar y banano, junto con su dominio sobre el puerto local y su flota de barcos para exportar sus productos, le permitieron establecer una conexión crucial entre la producción agrícola y el comercio marítimo. Durante un viaje a Francia, Don Joaquín adquirió un tren con la intención de facilitar el transporte de sus cosechas desde su hacienda hasta el puerto de Santa Marta. Sin embargo, a pesar de su éxito en el ámbito marítimo, se encontró con un obstáculo significativo: no contaba con el permiso necesario para construir las líneas férreas requeridas. Este desafío se convirtió en un aspecto central de la famosa canción popularizada en la región, que dice:
«Santa Marta, Santa Marta tiene tren
Santa Marta tiene tren
pero no tiene Tranvía
si no fuera por la Zona, caramba
Santa Marta moriría.»
El término «Tranvía» en la canción no alude a un tranvía como medio de transporte, sino a un juego de palabras con «train-vía,» refiriéndose a la vía del tren. La elección de esta palabra en lugar de «vías del tren» responde a su mejor ajuste en el contexto lírico de la canción.
Don Joaquín, nacido en 1787, se convirtió en el propietario de la hacienda San Pedro Alejandrino en la segunda década del siglo XIX. Bajo su administración, la hacienda se destacó en la producción de panela, ron y miel. A su muerte en 1861, la herencia pasó a su hijo, Manuel Julián de Mier.
El compositor de la canción
Manuel Medina Moscote, un acordeonero y obrero originario de Punta de Piedra, hoy Zapayán, Magdalena, es conocido por ser el autor real de la canción «Santa Marta Tiene Tren.» Aunque la canción aparece en los registros bajo el nombre del acordeonero guajiro Francisco “Chico” Bolaños, quien llegó a la Zona Bananera en 1924, se sabe que la melodía ya era popular en todo el Magdalena antes de su llegada.
Medina Moscote, destacado por su poderosa voz y sus contribuciones al folclor vallenato, dejó un legado de canciones influyentes en la región. A pesar de las leyendas que lo rodean, como la posesión de un “Niño en Cruz” que le otorgaba supuestos poderes sobrenaturales, su impacto en la música vallenata es innegable. Su fama también se vio reflejada en sus capacidades vocales excepcionales, descritas como capaces de “desvestir los árboles” debido a su fuerza.
La canción «Santa Marta Tiene Tren» tuvo sus primeras versiones grabadas en Argentina en 1945 por la orquesta de Eduardo Arman y en Cartagena en 1946 por la Orquesta del Caribe de Lucho Bermúdez, con la voz de Pedro Collazo.
El tranvía de Santa Marta de los Barros

En España, la población de Santa Marta de los Barros rinde homenaje a la Santa Marta colombiana con un tranvía que se ha convertido en un símbolo local. Este tranvía fue adquirido en Madrid por Bartolomé Gil Santacruz en 1976, quien lo restauró y donó a su pueblo natal. La historia de este tranvía está intrínsecamente vinculada a la canción colombiana que destaca la falta de tranvía en Santa Marta, y ha llegado a ser un símbolo turístico y cultural de la localidad.
Bartolomé Gil Santacruz, un exitoso empresario y mecenas de Santa Marta de los Barros, ha utilizado su éxito para beneficiar a su comunidad, especialmente a los más necesitados. Su gesto de donar el tranvía refleja el profundo lazo cultural y el reconocimiento del legado musical colombiano en su ciudad natal.
Así lo dijo Celia Cruz el día que cantó “Santa Marta Tiene Tren” para todos los samarenses
En un memorable homenaje a la cultura, Celia Cruz, la Reina de la Salsa, interpretó con entusiasmo la icónica canción «Santa Marta Tiene Tren». Este evento especial, cargado de emoción y orgullo, resonó profundamente entre los samarenses, quienes se sintieron especialmente conmovidos por el tributo de la legendaria cantante.
La historia de esta canción es tan rica como su legado. La primera versión de «Santa Marta Tiene Tren» fue grabada en 1945 en Argentina por la orquesta de Eduardo Armani bajo el sello Odeón. Al año siguiente, en 1946, la canción llegó a Cartagena, donde la Orquesta del Caribe, dirigida por Lucho Bermúdez y con el canto de Pedro Collazos, la grabó bajo el sello Fuentes. Ambas versiones contribuyeron a popularizar la melodía en todo el país.
El descubrimiento reciente de una grabación de Celia Cruz interpretando la canción ha añadido un nuevo capítulo a su historia. Esta grabación fue encontrada en un casete por Javier Vázquez, director de la Sonora Matancera, 14 años después de la muerte de la icónica cantante. La revelación de esta grabación no solo revive la memoria de Celia Cruz, sino que también celebra la riqueza cultural de Santa Marta y su música.
La pasión y el respeto que Cruz demostró por la canción se han convertido en un nuevo legado, conectando el pasado con el presente y reafirmando el impacto duradero de esta emblemática pieza musical.