EE.UU., la ONU y países vecinos piden transparencia en los resultados de las elecciones presidenciales en Venezuela.
A pocas horas de recibir su credencial como ganador de la votación del domingo, Nicolás Maduro enfrenta una creciente presión tanto interna como internacional para permitir un recuento total de las papeletas. Diversos países, organismos internacionales y observadores han manifestado sus dudas sobre los resultados oficiales presentados por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Este lunes, durante la ceremonia de proclamación en la sede del CNE en Caracas, Maduro denunció un nuevo intento de «golpe de Estado» en su contra, señalando a gobiernos de la región y a un sector opositor, a quienes calificó como «ultra derecha fascista». Maduro comparó la situación actual con lo sucedido hace cinco años, describiéndola como «una especie de película Guaidó 2.0». Esto en referencia al líder opositor Juan Guaidó, quien se autoproclamó presidente interino tras las elecciones anteriores, las cuales no fueron reconocidas por varios países, incluyendo a Estados Unidos.
El presidente del CNE, Elvis Amoroso, defendió el sistema electoral venezolano calificándolo como «el mejor del mundo». No obstante, evitó mencionar si se publicará un desglose detallado de los resultados. Amoroso había prometido previamente publicar todas las actas de las 30.000 mesas de votación.
La oposición, por su parte, denunció un «fraude grosero» y afirmó que su candidato, Edmundo González Urrutia, había ganado la votación con el 70% de los votos. Voceros opositores exigieron acceso a la totalidad de las actas para verificar los resultados.
El fiscal general, Tarek William Saab, acusó a tres dirigentes opositores, entre ellos María Corina Machado, de orquestar un «ataque» informático desde Macedonia del Norte contra el sistema electoral.
La comunidad internacional también ha reaccionado. El gobierno de Estados Unidos, a través de un comunicado, acusó a Venezuela de manipulación electoral y represión, declarando que el resultado carece de «cualquier credibilidad». Funcionarios estadounidenses, bajo condición de anonimato, sugirieron la posibilidad de imponer sanciones adicionales.
Un vocero del Departamento de Estado de EE.UU. exigió la «publicación inmediata de los resultados detallados de las encuestas para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas».
Asimismo, nueve gobiernos latinoamericanos emitieron un comunicado conjunto solicitando «la revisión completa» de los resultados electorales y anunciaron que pedirán una reunión urgente de la Organización de Estados Americanos (OEA) para tratar el asunto. Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay expresaron su «profunda preocupación» por el desarrollo de los comicios y exigieron que la revisión se realice con la presencia de observadores independientes.