El ascenso del costo de la energía en la Costa Caribe: Un análisis histórico por Yul Fuenmayor Ripoll
En un detallado análisis sobre el aumento en las tarifas de energía eléctrica en la región Caribe, el analista de asuntos sociales Yul Fuenmayor Ripoll explicó el complejo entramado histórico y económico que ha llevado a la situación actual. Fuenmayor describe cómo operaba el sistema de gas natural y la generación de energía en la región, y cómo los cambios en la administración y la privatización han impactado las tarifas.
El Sistema de Gas Natural y la Generación de Energía
En los años 70, específicamente en 1977, una colaboración entre la Asociación Guajira, Texas Petroleum Company y Ecopetrol llevó a la explotación de gas natural en la zona de Chuchupa, en el mar de la Guajira. Esta explotación se realizaba mediante una plataforma marina, Chuchupa-1, que extraía el gas y lo transportaba a la estación Ballenas en Manaure a través de un gasoducto submarino. La estación Ballenas, construida con recursos de Ecopetrol, se conectaba con la termoeléctrica Termo Guajira, propiedad de Corelca, la Corporación Eléctrica de la Costa Atlántica.
Termo Guajira utilizaba el gas natural para generar energía, complementando su capacidad con carbón térmico extraído en la Guajira. La energía producida se distribuía a través de una red de interconexión eléctrica hacia diversas localidades, incluyendo Barranquilla, Cartagena y Chinú, entre otras. Esta infraestructura permitía un costo relativamente bajo del metro cúbico de gas, dado que Ecopetrol lo suministraba a precios competitivos.
Privatización y Aumento de Tarifas
Sin embargo, el panorama cambió drásticamente en los años 90 durante el gobierno de César Gaviria Trujillo. Bajo el enfoque neoliberal, se promovió la privatización de las empresas estatales, incluidas las relacionadas con la energía. En este contexto, Ecopetrol vendió sus acciones en Promigas a Enron, una empresa que eventualmente enfrentó un colapso financiero escandaloso.
El señor Luis Carlos Sarmiento Angulo, a través de Corfivalle, adquirió las acciones de Enron en Promigas, y la empresa pasó a llamarse Promigas Corficolombiana. Esta transacción marcó el inicio de un aumento en los costos de los servicios. La privatización también afectó a Corelca y sus termoeléctricas, que se convirtieron en GECELCA, y las torres de transmisión en manos de Transelca.
Impacto en las Tarifas de Energía
Según Fuenmayor, el alto costo actual del kilovatio de energía eléctrica se debe en gran parte a la bancarización del gas natural y la privatización de la infraestructura eléctrica. Las termoeléctricas que antes eran operadas por entidades estatales, ahora pertenecen a grupos privados, que han incrementado las tarifas. La extracción y venta de gas natural por parte de asociaciones como Guajira Hocol, que surgió de las antiguas asociaciones de Texas Petroleum y Chevron, sigue siendo una parte crucial del suministro energético, pero el costo para los consumidores ha aumentado significativamente.
Fuenmayor también menciona que la familia Char adquirió las acciones de AIR-E y Afinia a través de una transacción cuestionable relacionada con la compra de Enertolima y EnerPereira, lo que añade un capítulo adicional al entramado de privatizaciones y aumentos tarifarios.
Conclusión
El análisis de Fuenmayor ofrece una visión profunda del impacto de las políticas neoliberales en el costo de la energía eléctrica en la Costa Caribe. La transición de un sistema público a uno privado, junto con la bancarización del gas natural, ha llevado a un aumento significativo en las tarifas, afectando a los consumidores en la región. Esta historia subraya la necesidad de revisar las políticas y prácticas actuales para asegurar tarifas justas y accesibles para todos los ciudadanos.

