En medio del bullicio característico del centro de la ciudad, los comerciantes locales se prepararon para la llegada de los seguidores del presidente Nicolás Maduro.
El cierre de campaña del mandatario, que busca la reelección, atrajo a miles de chavistas al corazón de Caracas, donde las tiendas y puestos de comida permanecieron abiertos para recibir a la multitud.
La atmósfera era una mezcla de entusiasmo y cautela. Los comerciantes, conscientes del impacto económico que un evento de tal magnitud puede tener, se mostraron divididos. Por un lado, algunos vieron la afluencia de personas como una oportunidad para incrementar sus ventas, mientras que otros temían posibles disturbios y daños a sus propiedades.
Entre las muestras de recibimiento hacia el chavismo varios comerciantes del centro abuchearon a los asistentes, otros tiraban objetos y varios de los comerciantes lanzaban insultos.
José Rodríguez, dueño de una tienda de ropa, expresó su opinión: «Es una buena oportunidad para vender más, pero siempre hay un riesgo. Hemos tomado precauciones adicionales para proteger nuestros productos.»
Por otro lado, María Pérez, quien maneja un pequeño café, compartió sus preocupaciones: «Es difícil prever cómo se comportará la multitud. Hemos visto manifestaciones que terminan en caos, y eso siempre nos afecta.»
El evento transcurrió en un ambiente festivo, con música y discursos en apoyo a Maduro, quien subrayó sus logros y prometió continuar con sus políticas de inclusión social y desarrollo económico. La policía y otros cuerpos de seguridad estuvieron presentes para garantizar el orden y la seguridad de todos los presentes.
Aunque el cierre de campaña de Maduro generó una mezcla de emociones entre los comerciantes del centro, la mayoría espera que el evento concluya sin incidentes y con beneficios económicos para sus negocios.