Proyectos de agua en Santa Marta: Desafíos y perspectivas
Ingeniero ambiental entrega detalles de la situación y la complejidad que se registra en la ciudad en cuanto a los proyectos del agua.
La situación de los proyectos de agua en Santa Marta ha sido un tema recurrente y controvertido en la agenda pública. En una entrevista con un ingeniero ambiental y conocedor sobre el tema reveló detalles sobre las dificultades y retos que enfrentan estos proyectos, destacando los aspectos técnicos, financieros y políticos que han impedido su avance.

Recientemente, se conoció que la solución según Pinedo para traer el agua a los samarios es el río Magdalena. Sin embargo, este proyecto, cuenta con medida cautelar del Tribunal Administrativo del Magdalena del año 2018 que revocó la viabilidad de la ejecución del proyecto, porque supuestamente el agua no era acta para el consumo. Asimismo, enfrenta numerosos desafíos. A pesar de que los mismos funcionarios que impusieron dicha medida cautelar para detener el proyecto están ahora en el poder y podrían facilitar la eliminación de estos obstáculos jurídicos, existen otros problemas significativos que deben abordarse.
Primero, el proyecto carece de un diseño completo, y desarrollarlos podría llevarse hasta tres y cuatro años. Sin un diseño definitivo, es imposible avanzar hacia la fase de construcción. Además, la adquisición de terrenos necesarios para el proyecto es otro gran reto, teniendo en cuenta que impacta a aproximadamente 317 predios a lo largo de la vía que conecta Barranquilla con Santa Marta. La gestión predial debe ser llevada a cabo por la Nación, ya que involucra municipios como Sitio Nuevo, Pueblo Viejo, Ciénaga y Santa Marta. La complejidad se incrementa debido a que el alcalde de Santa Marta no tiene la autoridad para expropiar terrenos fuera de su jurisdicción, lo que complica aún más la gestión del proyecto.
La falta de recursos también es un obstáculo significativo. La adquisición de estos terrenos elevaría considerablemente el costo de su ejecución. Además, se necesita una estación de bombeo para trasladar el agua desde el río Magdalena hasta Santa Marta, lo que implica un costo adicional significativo.

Complicaciones financieras y técnicas
El proyecto alternativo del río Magdalena enfrenta múltiples complicaciones, tanto técnicas como financieras. La longitud de la tubería requerida, que es tres veces mayor que la necesaria para los ríos Guachaca y Buritaca, incrementa significativamente los costos afrentando directamente la economía de miles de familias que no cuentan con los recursos necesarios . Además, el tratamiento del agua del río Magdalena es más complejo y costoso debido a los altos niveles de sólidos suspendidos. La bocatoma del río Magdalena debe ser capaz de adaptarse a los niveles variables del río, lo que añade complejidad técnica y costos adicionales.
“Hay que resaltar que los ríos Guachaca y Buritaca siempre se habían criticado por el bombeo y la energía que habría que comprar para bombear el agua, pero la del río Magdalena podría ser más costosa lo que tocaría los bosillos de la poblaciones mas vulnerables. A eso hay que sumarle el tema del tratamiento del agua, porque la de los ríos Guachaca y Buritaca tiene una calidad que permite un tratamiento muy sencillo con muy pocos químicos y baja complejidad. Pero el río Magdalena tiene varios problemas. Entre ellos, los sedimentos, los sólidos suspendidos en el agua que hacen el procedimiento más costoso que cualquier tratamiento de estos ríos del norte”, destacó el experto y conocedor de primera mano .
El financiamiento también es un problema crítico. La Corporación Andina de Fomento (CAP), que tiene un presupuesto limitado para inversiones en América Latina, no puede destinar todos sus recursos a un solo proyecto. Históricamente, la CAP nunca ha invertido más de 18 millones de dólares en proyectos de agua en Colombia, lo que hace poco probable que financien el proyecto del río Magdalena, estimado en 500 millones de dólares. Además, la alternativa de financiar el proyecto a través de la AAA también enfrenta problemas, ya que esta entidad se financia con las tarifas pagadas por los residentes de Barranquilla, quienes probablemente no estarían dispuestos a financiar un proyecto en Santa Marta.

Intereses privados y políticos: una barrera adicional
El proyecto del río Magdalena también enfrenta oposición debido a intereses privados y políticos. Los dueños de fincas en la región, algunos de los cuales presuntamente financiaron la campaña del alcalde de Santa Marta Pinedo, podrían beneficiarse de la implementación del proyecto. Esto ha generado suspicacias sobre las verdaderas intenciones detrás del apoyo al proyecto. Algunos críticos argumentan que estos propietarios están más interesados en beneficiarse personalmente que en solucionar los problemas de suministro de agua de Santa Marta.
“Las fincas están ahí y siempre han estado, los dueños siguen siendo los mismos, que son los que hoy ayudaron a financiar la campaña del alcalde de Santa Marta y fueron promotores de ese proyecto multimodal de riego, que era más un proyecto de riego que de agua potable para Santa Marta. Quiere decir que, huevo es, gallina lo pone. No creo que ellos estén pensando en el fin altruista de traer agua a Santa Marta y darle agua a la población de Pueblo Viejo y Ciénaga. Ellos están pensando en beneficiarse”, indicó el ingeniero ambiental.

El proyecto Curval: La alternativa viable y esencial
El proyecto Curval se presenta como una solución más viable y menos costosa. Este ya está terminado en ingeniería de detalle y no enfrenta los mismos obstáculos técnicos y financieros que el proyecto del río Magdalena. Además, el costo de construcción del proyecto Curval es más bajo y tiene un impacto menor en las tarifas de agua para los residentes de Santa Marta. “Lo más fácil que pudo hacer el Gobierno de Pinedo fue retomar el proyecto, retomar la vigencia futura, licitar este proyecto y construirlo, pero optaron por otra alternativa que es la que hoy vemos, están tratando de ventilar”, agregó el ingeniero ambiental.
El proyecto no solo se enfoca en traer agua a Santa Marta, sino también en asegurar una distribución adecuada y eficiente en toda la ciudad. Este diseño integral incluye la construcción de nuevas plantas de tratamiento de agua, redes de distribución mejoradas y sistemas de almacenamiento que garantizan un suministro constante y de calidad. La ingeniería de detalle ya completada permite una ejecución más rápida y eficiente del proyecto, reduciendo los tiempos de espera y los costos adicionales asociados a retrasos y rediseños.

Financiamiento y sostenibilidad del proyecto
Una de las principales ventajas del proyecto Curval es su viabilidad financiera. A diferencia del proyecto del río Magdalena, que requiere una inversión significativa de capital y presenta desafíos en la obtención de fondos, el proyecto Curval ha sido diseñado para ser financiado en gran medida con recursos propios del distrito de Santa Marta. La aprobación de vigencias futuras asegura que haya un flujo constante de recursos para la implementación del proyecto, sin depender en gran medida del gobierno nacional. Esta autonomía financiera es crucial para evitar los retrasos y la incertidumbre asociada con la búsqueda de financiamiento externo.
También incorpora aspectos de sostenibilidad ambiental y económica. El uso eficiente de los recursos hídricos, combinado con tecnologías de tratamiento avanzadas, asegura que el impacto ambiental sea mínimo. Además, el proyecto está diseñado para ser económicamente sostenible a largo plazo, con costos operativos manejables y una estructura tarifaria justa que no sobrecargue a los residentes de Santa Marta.


Impacto en la comunidad y desarrollo de la ciudad
La ejecución del proyecto Curval tendrá un impacto significativo en la comunidad de Santa Marta y sus alrededores. Un suministro de agua confiable y de calidad es esencial para el desarrollo económico y social. Las mejoras en la infraestructura hídrica atraerán inversiones y promoverán el crecimiento de sectores clave como el turismo, la agricultura y la industria. Además, garantizar el acceso al agua potable mejorará la calidad de vida de los residentes.
La situación de los proyectos hídricos en Santa Marta es compleja y multifacética, con numerosos obstáculos técnicos, financieros y políticos. Mientras el proyecto del río Magdalena enfrenta desafíos significativos que dificultan su implementación, el proyecto Curval se destaca como una alternativa viable y esencial para solucionar los problemas de suministro de agua en Santa Marta.
La ejecución exitosa del proyecto Curval no solo resolverá los problemas inmediatos de suministro de agua, sino que también sentará las bases para el desarrollo del distrito. La planificación técnica, el apoyo financiero y la voluntad política, junto con la colaboración de la comunidad, serán cruciales para garantizar un suministro de agua seguro y sostenible para los residentes de Santa Marta. El proyecto representa una oportunidad única para transformar la infraestructura hídrica de la ciudad y asegurar un futuro próspero para todos sus habitantes.
