Denuncias de manejo irregular de fondos públicos y vínculos políticos oscuros sacuden la administración municipal.
En las calles de Soledad, el rumor se ha convertido en certeza: «el exsenador Eduardo Pulgar Daza maneja a su antojo los hilos de la actual alcaldesa Alcira Sandoval». Esta afirmación cobra fuerza tras la revelación de movimientos presupuestarios irregulares, adiciones de dinero público y traslados cuestionables, que han desencadenado denuncias judiciales y disciplinarias contra la mandataria.
Los procesos legales no son nuevos; desde los escándalos de los cupos para estudiantes fantasmas hasta las acusaciones sobre el Programa de Alimentación Escolar (PAE), la gestión de Sandoval ha sido cuestionada repetidamente. Sin embargo, lo más alarmante son las acusaciones de que actúa bajo las órdenes de Pulgar Daza, lo que podría ponerla en riesgo de suspensión por una serie de abusos y extralimitaciones.
Los testimonios recogidos en la Plaza Central reflejan la frustración de los ciudadanos: «En la alcaldía rasparon el caldero y se robaron hasta el cucayo», lamentó un vendedor ambulante. Mientras tanto, líderes políticos, sociales y sindicales coinciden en que Sandoval parece estar «firmando documentos con los ojos vendados», siguiendo instrucciones que podrían llevarla a graves consecuencias legales.
Las denuncias no solo provienen de la ciudadanía; incluso sectores antes aliados ahora se alzan en su contra. Federmann Vizcaino Montenegro, líder político y excandidato a la alcaldía, ha recabado pruebas que, según él, revelan violaciones flagrantes a las normas de administración pública. Según Vizcaino, Sandoval no solo desconoce lo que firma, sino que está atrapada en una red de intereses políticos que podrían acabar con su carrera.
Este escenario plantea serios desafíos para la alcaldesa de Soledad, quien enfrenta un panorama judicial y político cada vez más adverso, mientras la ciudadanía exige transparencia y rendición de cuentas en la gestión pública.
Sospechosos decretos y fondos desaparecidos
“Firmó una serie de decretos para trasladar dineros ya destinados por el Concejo en el 2023 y para el presupuesto del 2024. Esos son dineros intocables que el Concejo de Soledad ya estudió, discutió y destinó desde el año pasado, para la inversión pública en el pueblo. Eso no se puede tocar. Y autorizó, además, adiciones presupuestales sin consultar a los ediles, a quienes ignora en su afán por firmar. Los soledeños necesitamos saber qué está pasando con el poco dinero que debía ser invertido en la sociedad soledeña. Por eso, y en representación de un significativo número de ciudadanos, hemos solicitado una investigación rigurosa a la Fiscalía y a la Procuraduría, para saber quién está detrás de estas anomalías administrativas”, dijo Vizcaino.
Cabe aclarar que el excandidato se refiere a esto específicamente:
1. El Decreto 00005, firmado el 15 de enero del presente año, transfiere fondos de una cuenta a otra sin haber sido consultado previamente.
2. El Decreto Municipal 00032, emitido el 28 de febrero de 2024, dispone la realización de traslados presupuestales.
3. El Decreto 00046, fechado el 6 de marzo de 2024, autoriza una adición presupuestal por un monto de 7.800 millones de pesos.
Según la denuncia presentada por Vizcaino Montenegro, la alcaldesa de Soledad aprobó el decreto 00032, el cual autorizó la transferencia de 3.000 millones de pesos desde la Oficina de Vivienda y Territorio hacia la Oficina de Transporte. Esta acción resultó en la desfinanciación de la primera, provocando la paralización de al menos siete programas de vivienda.
“Con este traslado, Alcira Sandoval busca tapar un enorme hueco fiscal que se le presentó por la reparación de un tramo de la calle 30, frente a Tauro. Dejó sin oxígeno a Vivienda y Territorio y llevó esa plata a un contrato gris, nada claro, que arrancó y se paralizó en pocos días, como lo es la obra de la calle 30. Esa platica está embolatada”, dijo Federmann Montenegro al ser consultado por un portal digital.
Desfinanciación amenaza la estabilidad de Soledad: ¿Crisis inminente?
En el decreto 00046, Alcira Sandoval ordenó el traslado de 286 millones de pesos del Fondo de Gestión del Riesgo al Fondo de Seguridad. También desvió fondos del sector cultural hacia “promoción de eventos”, donde estos recursos desaparecieron.
Medios de comunicación confirmaron que el Fondo de Gestión de Riesgos quedó desfinanciado. En medio de la crisis climática actual, esta situación es crítica. Tras el colapso del puente del INEM, la Oficina de Gestión de Riesgos no tenía recursos ni para comprar cintas de advertencia. Alexis Rodríguez Jiménez, el funcionario encargado, admitió que no hay fondos ni para desinfectantes.
“No es posible que – en un momento histórico tan sensible como el que padecemos ahora con el cambio climático y los traumas que ocasionan las lluvias – se deje sin dinero para una eventual emergencia, a la única caja con la que contaban los soledeños. Con ocasión del hundimiento de parte del puente del INEM, los funcionarios de la Oficina de la Gestión de Riesgos no tenían dinero para comprar las cintas de advertencia de accidentes, para aislar al público del sitio del siniestro. El mismo funcionario encargado, Alexis Rodríguez Jiménez, lo admitió ante un grupo de comunicadores afines a la administración: ‘no hay plata ni para comprar un desinfectante y eso se puede palpar con una simple inspección… la oficina quedó desfinanciada”, dijo desmotivado.
El funcionario expresó su preocupación por la falta de recursos ante la temporada de lluvias. Soledad es vulnerable a inundaciones y tormentas, y la falta de fondos los deja dependientes de ayudas gubernamentales en caso de emergencia.
“No quiero imaginar ahora que arrecie la lluvia. Soledad es una tierra sensible a las inundaciones y los efectos de eventos como tormentas y vendavales. Estamos a merced de la naturaleza y volveremos a mendigar a la gobernación y a la presidencia por ayuda, en caso de una emergencia. ¡Qué tristeza!”, agregó el funcionario.
La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres ha designado a Genaro Celia para evaluar los riesgos del arroyo El Salado, pero la acción dependerá de un estudio serio presentado por la alcaldía de Soledad y la Gobernación del Atlántico. La respuesta gubernamental dependerá de las acciones iniciales de las administraciones locales.
“Juntos seguramente vamos a tomar las decisiones para mitigar los daños presentados por el desbordamiento del arroyo El Salado. Entonces tenemos que esperar las acciones iniciales de las administraciones municipal y departamental, es ahí que evaluaremos la capacidad de respuesta de los entes territoriales, para ver cómo nos articulamos nosotros”, explicó Celia.
El decreto de adición presupuestal 00005, del 15 de enero de 2024, redistribuyó 7.800 millones de pesos de la administración anterior a diversas carteras, donde los fondos desaparecieron del control social.
La Fiscalía y la Procuraduría han iniciado investigaciones mientras en Soledad corre el rumor de que «no hay plata ni para las gaseosas».
Soledad está sumida en un caos de corrupción y mala gestión de los fondos públicos, bajo la dirección de una alcaldesa, Alcira Sandoval, que parece operar con total impunidad. La influencia del exsenador Eduardo Pulgar Daza, conocido por su poder y manipulación, se siente en cada decisión y movimiento dentro de la alcaldía. Los testimonios y denuncias de políticos, líderes sociales y ciudadanos revelan un sistema administrativo que ha perdido por completo la transparencia y la responsabilidad. A pesar de que las autoridades han iniciado investigaciones, los habitantes de Soledad son los más perjudicados, enfrentando servicios públicos desfinanciados y un futuro incierto. Nunca ha sido más urgente la necesidad de una administración honesta y eficiente.