
¿Cuál es el negociado del agua para los samarios?
Por Unidad Investigativa
Carlos Pinedo Cuello pareciera estarle pidiendo permiso al alcalde de Barranquilla para el hacer el negocio del agua en Santa Marta. No termina de salir de una para meterse en otra controversial propuesta, esta vez, se trata del tema de solución para la crisis hídrica que afecta a los samarios.
Como era de esperarse, este anuncio ha generado más críticas que elogios por parte de varios sectores de la comunidad samaria que le ponen desde ya el ojo encima.
La exministra de vivienda dejó en manos de Pinedo Cuello la solución del agua para Santa Marta, mientras se abandonaba una solución financiada y en fase de licitación de Carlos Caicedo y Virna Johnson. Se retoma la propuesta del río Magdalena, pese a una medida cautelar del Tribunal Administrativo del Magdalena que la prohíbe por razones de aptitud del agua.
Se acusa al alcalde de estar más interesado en favorecer a grupos económicos privados que financiaron su campaña electoral, que en resolver en realidad el problema real de los ciudadanos.
Expertos en política señalan que la privatización propuesta de la ESSMAR, la empresa de servicios públicos local, podría ser vista como una manera de retribuir favores políticos.
Desde ya muchos samarios cuestionan incluso al Superintendente de Servicios Públicos, Dagoberto Quiroga, al pretender entregar la ESSMAR a los Char y a la empresa Somos Triple A, sería equivalente al regreso de Metroagua que duró empoderada del servicio público durante décadas sin prestar un optimo servicio.
«El intento del alcalde por privatizar la ESSMAR parece ser un pago de favores hacia aquellos que respaldaron su campaña electoral»,* comentó un observador político. *«Es alarmante que se esté considerando una solución que beneficie más a intereses privados que a las necesidades públicas de los samarios», agregó.


Las primeras fuentes oficiales señalan claramente que el objetivo de la reunión fue la presentación de una propuesta de Triple A, para el manejo de los servicios de acueducto y alcantarillado en Santa Marta, teniendo en cuenta las condiciones críticas del sistema, aunado a la cantidad de denuncias sobre presuntas irregularidades bajo la titularidad de los agentes interventores en la Essmar.
Ahora bien, no se trata de algo nuevo, pues es solo una alternativa que vuelve a ser evaluada por la administración distrital para solucionar la crisis hídrica que sufre la ciudad, solo que las administraciones anteriores, lo debatieron en casa, no con el vecino.
Se recuerda que la posibilidad de ejecutar un proyecto para captar agua del río Magdalena, efectivamente fue una alternativa propuesta del pasado para solucionar el histórico problema de desabastecimiento en Santa Marta, el mismo que hoy 17 de julio de 2024 vuelve a ponerse sobre la mesa, solo que fue en una reunión celebrada en la capital del Atlántico y no del Magdalena, entre los alcaldes de Barranquilla, Alex Char, y de Santa Marta, Carlos Pinedo Cuello, junto con la Superintendencia de Servicios Públicos, Dagoberto Quiroga y la empresa de servicios públicos Triple A en cabeza del gerente general Ramón Hemer, donde según el veedor Luis Miguel Moisés, se plantearon tres opciones.




Observen el documento emitido el 09 de agosto de 2016 por parte de MinVivienda como respuesta negativa a INASSA y el Proyecto de Factibilidad APP de iniciativa privada para el abastecimiento de agua potable a la Zona Norte del departamento del Magdalena conformada por los municipios de Zona Bananera, Ciénaga, Pueblo Viejo, Distrito de Santa Marta y el corregimiento de Palermo (Sitionuevo) a 30 años bajo el radicado número 2016ER0060074, (Leer resaltado amarillo):
Claro lo dice el documento dirigido el pasado 09 de agosto de 2016 a la misma Sociedad Interamericana de Aguas y Servicios S.A. INASSA, en la que le explican al negar el proyecto: «El periodo de verano en la subregión Norte del departamento del Magdalena generalmente coinciden con los meses de enero, febrero y marzo, aunque para algunos cuerpos de agua que nacen en la Sierra Nevada se podría prolongar hacia abril, por lo cual existirían nueve meses al año sin operar el sistema. Significa entonces que los componentes de captación desde el río Magdalena, desarenador en el corregimiento de Palermo, bombeo de agua cruda desarenada, aducción de tubería de 1,70 metros y longitud de 65 km., no opera durante los meses de abril – mayo a diciembre con lo cual se presentan daños en los equipos electromecánicos por la no operación de los mismos; resultaría necesario efectuar el vaciado total de las tuberías de impulsión con agua cruda y probablemente higienizar la tubería antes del llenado previo al inicio del bombeo con lo cual se generan riesgos de afectación sobre el sistema, que ocasionan costos operativos adicionales a los usualmente considerados para los cuales no existe evidencia de revisión dentro de los estudios».
Antes esto, se reavivan los debates sobre la viabilidad y el impacto de las asociaciones público-privadas en el sector de servicios públicos.
Considera el Gobernador del Magdalena, Rafael Martínez a través de su cuenta X, que el anuncio de un intento de privatización terminará favoreciendo a los financiadores de la campaña de Pinedo, el grupo DAABON.
Lo anterior tiene su ingrediente premeditado, revivir una polémica Asociación Público-Privada (APP) rechazada previamente por corrupción, evidenciando intereses privados sobre necesidades públicas.
«La experiencia con la empresa Triple A en Barranquilla ha sido mixta, y trasladar un modelo similar a Santa Marta sin una evaluación adecuada podría ser arriesgado», advirtió un experto en gestión pública, señalando que hace costoso el suministro del servicio de agua potable es el traslado del preciado líquido desde el punto de captación, pues deben utilizar para moverla la energía eléctrica con motobombas o en su defecto con plantas de electricidad, lo que a la final terminaría hace costosa la operación que terminaría siendo cobrado al usuario final, el samario y beneficiándose el operador del servicio, administrador del acueductor en cualquiera de sus facetas.
En respuesta a las críticas, el veedor del agua, Luis Miguel Moisés, quien asistió a la reunión explicó que, para tal cometido, se presentaron tres opciones de propuestas:
- Captar el agua de los ríos del Norte
- Hacerlo en dos fases; la primera fase sería captar agua del río Toribio y Córdoba y la segunda fase traer agua del río Magdalena.
- Captar el agua del río Magdalena para llevarla a una planta que se construiría en Santa Marta y de allí abastecer incluso a Pueblo Viejo y Ciénaga.
Esas tres soluciones, no son más que la repetidera de los mismo, algo que a la final genera más gastos en estudios habidos y por haber, incrementando su valor hasta cuatro veces más de lo presupuestado, a diferencia de la planta de tratamiento del Curval, donde se podía hacer más rápido, eficiente y a menor costo.
Paralelo al cuestionado anuncio, críticos han señalado que el alcalde Pinedo Cuello parece estar más enfocado en complacer a sus financiadores de campaña como el grupo DAABON que en abordar de manera efectiva la infraestructura obsoleta de agua y alcantarillado que afecta a la ciudad, «Las propuestas presentadas plantean más preguntas que respuestas. ¿Quiénes serán los verdaderos beneficiarios de este proyecto? ¿Qué sucederá con la ESSMAR y su capacidad de servicio público?».
Esto no es más que una muestra más de lo que se ha venido advirtiendo en múltiples oportunidades, donde la actual administración distrital pretende consolidar un negocio netamente privado y revivir la APP que en su momento, siendo Ministro de Vivienda, Jaime Pumarejo se opuso al negar su inviable al Clan Cotes y a los de INASSA. Carlos Pinedo Cuello quiere revivir esa misma APP para los del grupo DAABON, a quienes guarda infinito aprecio y agradecimiento por el financiamiento de su campaña electoral, a quienes quiere beneficiar con el acueducto.
Lo cierto es que el anuncio del alcalde Pinedo Cuello ha dejado a muchos samarios con más incertidumbres que certezas, para muchos, típico de este mandantario que habla mucho sin concretar absolutamente nada.
“La solución para Santa Marta implica captar agua desde los ríos Toribio y Córdoba, que le darán a la ciudad 1.600 litros por segundo. Le exigiremos al operador que invierta en las cuencas, esto repercutirá en el incremento de los caudales”, fueron las palabras del entonces Viceministro de Aguas, José Luis Acero, que en el 2018 tras visita a la ciudad, explicó los motivos por los cuales el proyecto de captación de agua potable para Santa Marta está descartado.
Mientras él celebra en redes sociales reuniones con figuras clave y empresas privadas, los ciudadanos se preguntan si este enfoque realmente resolverá el histórico problema del agua en Santa Marta o si simplemente consolidará intereses privados en detrimento del interés público, o si simplemente será otra remota ilusión como cuando se sentó a calentar silla junto a la Ministra de Vivienda y a la final puro bla, bla, bla.