Polémica y descontento por uso político de su éxito deportivo.
El sueño de la Selección Colombia de alzar su segunda Copa América se desvaneció tras caer 1-0 ante Argentina en un partido definido por un gol de Lautaro Martínez en el minuto 112. Aunque el equipo nacional generó altas expectativas con su victoria en semifinales contra Uruguay, regresó a Bogotá sin el recibimiento inicialmente planeado.
Ricardo Orrego, periodista deportivo, explicó las razones detrás de esta decisión. Desde que Colombia aseguró su pase a la final, se habían contemplado dos escenarios para la llegada del equipo a la capital. En caso de ganar el campeonato, se planeó una caravana desde el aeropuerto hasta el Estadio Nemesio Camacho El Campín, con un evento masivo para más de 50.000 hinchas. Si quedaban subcampeones, se preveía una caravana desde el aeropuerto El Dorado hasta la sede de la Federación Colombiana de Fútbol.
Sin embargo, surgieron controversias a medida que se acercaba el partido final contra Argentina. Estas incluyeron debates sobre la declaración de un día cívico por parte del presidente Gustavo Petro y la percepción de que se estaba utilizando políticamente la situación. Este uso político del evento generó malestar entre los jugadores.
Tras la derrota en la final, los jugadores expresaron su descontento con la instrumentalización política de su éxito deportivo y decidieron cancelar cualquier tipo de recibimiento, caravana o evento público. Prefirieron evitar ser utilizados como herramientas de promoción política.
En un programa radial se recordó que, en 2014, cuando Colombia alcanzó los cuartos de final del Mundial, se organizó un recibimiento multitudinario a pesar de no haber ganado el torneo. Esta vez, la situación fue diferente debido a las controversias políticas y el deseo del equipo de evitar ser parte de disputas ajenas al deporte.