Por: Daniel Gambin
El libro “La configuración del campo curricular en el país entre los años 1994 y 2010” del doctor Adriano Fernández Fernández se enmarca en una línea de investigación que, desde el 2003, ha buscado dilucidar las relaciones entre pedagogía y currículo, indagando en distintos periodos históricos. Inicialmente, se estudió el lapso 1960-1975 y luego el período 1975-1994, detectándose vacíos que requerían mayor profundización. Esto motivó la formulación de una nueva fase investigativa enfocada en el periodo 1994-2010. La inquietud central que orienta el estudio tiene que ver con la complejidad del concepto de currículo y el uso poco claro de la noción de “campo curricular”, lo cual parece responder más a un legado de desarrollos internacionales que a investigaciones propias en Colombia. Se percibe que no existen suficientes análisis sobre si se puede hablar de la existencia de un campo curricular en el país, basado en las concepciones y producciones de los propios teóricos nacionales que han trabajado esta temática.
Para abordar esta problemática, en primera instancia se presentan algunos antecedentes tanto internacionales como nacionales en relación con el surgimiento del campo curricular, las visiones encontradas que se han generado, y los debates que esto ha suscitado dentro del ámbito educativo colombiano. Luego se formula la pregunta que guiará la investigación: ¿cuál ha sido el proceso de configuración del campo curricular en Colombia entre 1994 y 2010? Y se esbozan algunos interrogantes específicos que permitirán orientar el abordaje del problema planteado. Se señala la relevancia del estudio dado que implicará una recuperación de la memoria escrita en este campo, con un abordaje hermenéutico que posibilite una comprensión e interpretación más profunda de los planteamientos en juego. Se espera, así, generar nuevas comprensiones sobre conceptos como campo, currículo o configuración dentro de este dominio, y evidenciar convergencias y tensiones entre las diversas posturas de los autores nacionales. La metodología por implementar se enfocará en el análisis interpretativo del corpus de producciones escritas de los autores más representativos de los grupos de investigación en Colombia dedicados al estudio del currículo en el periodo de interés. A través de un proceso hermenéutico, apoyado en la noción de “círculo hermenéutico”, se buscará comprender e interpretar dichos textos para responder a la pregunta formulada sobre la configuración del campo curricular en esos años. Los resultados que se derivan se sintetizarán en un “supradiscurso” donde se presenten los hallazgos sobre las posibles tendencias, orientaciones y conceptualizaciones que permitan elucidar si ha existido tal proceso de configuración. De igual modo, se espera aportar nuevos entendimientos sobre las relaciones entre pedagogía y currículo, un ámbito que queda pendiente para estudios posteriores. La tesis que se desprende del texto «El proceso de configuración del campo curricular en Colombia entre 1994 y 2010», después de una lectura detallada, podría plantearse de la siguiente manera: El documento parte de la inquietud sobre la complejidad del concepto de currículo en el contexto colombiano y el uso poco claro que se hace de la noción de “campo curricular”, lo cual parece responder más a una influencia de desarrollos internacionales que a investigaciones propias. Ante esta problemática, se formula la pregunta orientadora sobre cuál ha sido el proceso de configuración de este campo curricular en el país entre 1994 y 2010.
La tesis central señala que en Colombia no existen suficientes estudios e investigaciones que, desde un abordaje hermenéutico, interpreten las principales producciones de los teóricos nacionales que han trabajado la temática curricular, para entender sus convergencias y divergencias conceptuales, así como las tendencias y orientaciones de sus planteamientos. Esto permitiría elucidar si efectivamente puede hablarse, desde una perspectiva propia, de una configuración del campo curricular en el ámbito nacional. Dicha tesis se fundamenta en que la expresión “campo curricular” parece haberse introducido en Colombia por influencia de los desarrollos internacionales, sin que existan análisis suficientes que determinen si tal configuración se evidencia a partir de las conceptualizaciones y propuestas de las/los propios pensadores colombianos dedicados al estudio del currículo. Así, la investigación plantea un abordaje hermenéutico de estas producciones escritas, para interpretar las posiciones, comprensiones e intencionalidades subyacentes. Metodológicamente se plantea asumir la perspectiva cualitativa, con un método hermenéutico y apoyo en la noción de “círculo hermenéutico”, para una comprensión e interpretación profunda de los textos y discursos en cuestión. El corpus estará constituido por la producción escrita de los autores más representativos de los grupos de investigación en Colombia enfocados en currículo, buscando identificar tendencias, puntos de tensión y articulación que permitan elucidar el problema planteado. Los resultados se sintetizarán en un supradiscurso donde se recojan los hallazgos sobre si efectivamente puede hablarse de una configuración del campo curricular en el país entre 1994 y 2010.
Asimismo, se espera aportar nuevas comprensiones sobre las siempre complejas relaciones entre pedagogía y currículo en el contexto nacional.Más allá de importaciones acríticas de nociones foráneas sobre currículo y campo curricular, es necesario indagar si en Colombia han emergido formas propias y contextualizadas de aproximarse al hecho curricular, que permitirían evidenciar configuraciones igualmente singulares de este dominio. Esto requiere trascender visiones externas, reconociendo en el pensamiento nacional tradiciones y modos diversos de conceptualización según trayectorias socio-históricas particulares. Un abordaje hermenéutico podría, por ejemplo, develar ontologías subyacentes a dichos modos de aproximación que dan cuenta de cosmogonías diferenciales sobre el conocimiento, aprendizaje y enseñanza desde donde se piensa lo curricular. Asimismo, examinar las teleologías presentes en distintos enfoques curriculares podría explicitar cómo se concibe el para qué de la educación y el papel orientador del currículo en esos horizontes valorativos. Del mismo modo, reconstruir las formas diversas de argumentación presentes permitiría elucidar las nociones de evidencia y fundamentación preferidas por diferentes tradiciones para validar sus propuestas curriculares.
Caracterizar así los aspectos retóricos distintivos posibilitaría identificar matices entre escuelas de pensamiento muchas veces agrupadas acríticamente bajo etiquetas globales como «críticos» o «postcríticos». Todo ello daría luces para clarificar si efectivamente puede hablarse, más que de un campo curricular, de una constelación multidimensional de concepciones y modos de aproximación al currículo donde las influencias foráneas son solo uno más entre múltiples elementos en tensión, y donde ocurren diálogos o disputas según relaciones de poder en permanente movimiento. Más allá del examen interpretativo de producciones pasadas, se hace imperativo analizar cómo los desafíos contemporáneos en educación interpelan y exigen reconfiguraciones de nociones habitualmente establecidas, como el currículo. Los imponderables de la creciente virtualización, por ejemplo, demandan una revisión que vaya más allá de categorizaciones previas y aborde fenómenos emergentes como los meta versos educativos.