Mil pedazos de mi corazón: la fragilidad del ser humano a través de los ojos de Yuyo del Valle

La galería de la Aduana se inundó de una melancolía vibrante y colorida el pasado viernes con la exposicion «Mil pedazos de mi corazón», del artista Yuyo del Valle. Al cruzar el umbral, los visitantes fueron recibidos por una atmósfera íntima y profundamente conmovedora, una ventana abierta al alma fragmentada y resiliente del artista.La colección de Yuyo del Valle es un compendio de vivencias que tocan lo más profundo del ser humano. Sus obras no solo son visualmente impactantes, sino que también están impregnadas de una narrativa personal y universal a la vez.

The Customs gallery was flooded with a vibrant and colorful melancholy last Friday with the exhibition «A Thousand Pieces of My Heart», by the artist Yuyo del Valle. Upon crossing the threshold, visitors were greeted by an intimate and deeply moving atmosphere, a window open to the fragmented and resilient soul of the artist. Yuyo del Valle’s collection is a compendium of experiences that touch the deepest part of the human being. His works are not only visually striking, but are also imbued with a personal and universal narrative at the same time.

Cada pieza parece dialogar con el espectador, invitándolo a reflexionar sobre sus propios momentos de vulnerabilidad y resistencia.En algún momento de nuestra vida, todos nos hemos encontrado en situaciones donde nos sentimos destruidos y como si nuestros «mil pedazos» se encontraran regados todos por el piso. Desordenados, esperando para ser recogidos y volver a armarlos… volver a armarnos. Solemos relacionar estos momentos de quiebre personal con situaciones afectivas como cuando alguien nos «rompe el corazón», pero la realidad es que los seres humanos, sobre todo los más emocionales (y me atrevo a incluirme en este grupo), nos quebramos constantemente en la búsqueda continúa de nuestra felicidad, reflexiona Yuyo. Esta declaración se siente tangible al recorrer la exposición.

Each piece seems to dialogue with the viewer, inviting them to reflect on their own moments of vulnerability and resistance. At some point in our lives, we have all found ourselves in situations where we feel destroyed and as if our «thousand pieces» were all scattered around. floor. In disarray, waiting to be picked up and put back together… put back together. We usually relate these moments of personal breakdown with emotional situations such as when someone «breaks our heart», but the reality is that human beings, especially the most emotional ones (and I dare to include myself in this group), constantly break down in the continuous search for our happiness, reflects Yuyo. This statement feels tangible as you walk through the exhibition.

Las texturas ásperas y los colores intensos capturan esa dualidad del dolor y el placer. El amor nos duele, lo sufrimos bastante, pero, así como lo sufrimos, de igual manera lo disfrutamos.

The rough textures and intense colors capture that duality of pain and pleasure. Love hurts us, we suffer it a lot, but, just as we suffer it, we enjoy it in the same way.

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Alguna vez una persona que admiro al ver una de mis obras me dio a entender que lo que me producía el dolor de perder a un amor, era lo mucho que lo había disfrutado y que debía enfocarme en eso, en mi capacidad de disfrutar, confiesa el artista. Esta filosofía de encontrar belleza en el sufrimiento permea cada rincón de su obra, convirtiendo el dolor en una fuente de inspiración y fuerza.Las piezas de Yuyo del Valle no solo son un testimonio de su propia lucha y redención, sino también un espejo en el que los visitantes pueden ver reflejadas sus propias historias.

Once upon a time, a person I admire, upon seeing one of my works, made me understand that what caused me the pain of losing a love was how much I had enjoyed it and that I should focus on that, on my ability to enjoy, he confesses. the artist. This philosophy of finding beauty in suffering permeates every corner of his work, turning pain into a source of inspiration and strength. Yuyo del Valle’s pieces are not only a testimony of his own struggle and redemption, but also a mirror in the that visitors can see their own stories reflected.

Cada pincelada, cada fragmento de color y cada figura abstracta parecen susurrar historias de amor, pérdida y la incesante búsqueda de la felicidad. Es en este vaivén de emociones donde radica la verdadera profundidad de su trabajo.En «Mil pedazos de mi corazón», Yuyo ha logrado encapsular la esencia de la condición humana: frágil y fuerte, rota y completa, llena de dolor y, a la vez, de una inquebrantable capacidad para disfrutar.

Every brushstroke, every fragment of color, and every abstract figure seems to whisper stories of love, loss, and the relentless pursuit of happiness. It is in this swing of emotions where the true depth of his work lies. In «A Thousand Pieces of My Heart», Yuyo has managed to encapsulate the essence of the human condition: fragile and strong, broken and complete, full of pain and, at the same time, time, an unbreakable capacity to enjoy.

La exposición no solo invita a admirar su habilidad técnica, sino a participar en una introspección compartida, a reconocer y celebrar nuestra capacidad de recomponernos una y otra vez. Al salir de la exposición, uno no puede evitar llevarse consigo un pedazo de esa melancolía transformadora, una nueva perspectiva sobre el dolor, el placer, y la certeza de que, como Yuyo, todos tenemos la capacidad de recoger nuestros propios mil pedazos y volver a armarnos, más fuertes y más bellos que antes.

The exhibition not only invites us to admire its technical skill, but to participate in a shared introspection, to recognize and celebrate our ability to put ourselves back together again and again. Upon leaving the exhibition, one cannot help but take with you a piece of that transformative melancholy, a new perspective on pain, pleasure, and the certainty that, like Yuyo, we all have the ability to pick up our own thousand pieces and return. to arm ourselves, stronger and more beautiful than before.