Samarios piden medidas drásticas para salvar su ciudad en vísperas de los 500 años de fundación.
La indignación y la tristeza son sentimientos comunes entre los habitantes de Santa Marta al ver el estado actual de su ciudad. «Que tristeza y dolor produce ver como está de acabada mi ciudad Santa Marta la cual hoy padece el síndrome o teoría de las ventanas rotas: negligencia institucional, ausencia de autoridad, politiquería, populismo, corrupción, apatía, dejadez, importaculismo y un abandono total acumulado durante décadas dejándonos una informalidad total, vías destruidas, caos de movilidad, suciedad, anarquía, atraso y una inseguridad total que nos ha llevado a tocar fondo como ciudad», expresó un residente, reflejando el sentir de muchos.
En vísperas de los 500 años de fundación, los samarios proponen unirse en torno a objetivos comunes básicos para sacar a Santa Marta del subdesarrollo. Los habitantes sugieren medidas clave que consideran vitales para transformar la ciudad:
- La construcción de un acueducto y un alcantarillado completos y modernos.
- Combatir la inseguridad con inteligencia y autoridad.
- Apostar por una educación de calidad enfocada en cultura ciudadana y bilingüismo.
- Formalizar la economía con microcréditos accesibles, para reducir el mototaxismo y fomentar las microempresas formales, ya que «el trabajo es la base de la paz».
- Organizar un turismo y urbanismo bien planificados para tener una ciudad atractiva y competitiva, que genere orgullo y sentido de pertenencia.
- Implementar un sistema de transporte eléctrico, moderno, organizado y multimodal.
- Construir nuevas vías para mejorar la movilidad.
La situación de Santa Marta requiere, según sus habitantes, medidas de choque urgentes con el apoyo total del gobierno nacional. «Mi Santa Marta necesita unas medidas urgentes de choque con el apoyo total del gobierno nacional para que por fin podamos ser una ciudad madura con casi 500 años de fundada; los Samarios queremos una #SantaMartaMODERNA», concluyó un ciudadano preocupado.
La ciudadanía espera que estos llamados a la acción sean atendidos, y que Santa Marta pueda renacer como una ciudad moderna y desarrollada, digna de su rica historia y belleza natural.