Liberación de Salvatore Mancuso: Nuevas responsabilidades para la justicia en Colombia

Salvatore Mancuso en La Picota.

El pasado miércoles 10 de julio, a las 2:50 de la tarde, se produjo la liberación del exlíder paramilitar Salvatore Mancuso. El teniente coronel Rolando Ramírez, director encargado del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), explicó que esta decisión se tomó tras una revisión detallada de su hoja de vida y la verificación de que no tenía procesos pendientes.

Para garantizar su seguridad, se coordinó con las autoridades nacionales, y Mancuso fue trasladado en un vehículo de la Unidad Nacional de Protección (UNP) desde la cárcel La Picota de Bogotá.

Desde la Fundación Forjando Futuros, se destacó que la liberación de Mancuso conlleva nuevas responsabilidades y oportunidades para la justicia en Colombia. Nora Saldarriaga, directora de la Fundación, afirmó que esta liberación «representa un compromiso renovado con la verdad y la reconciliación» y subrayó la importancia de que el Estado garantice su seguridad para que pueda contribuir plenamente.

Por su parte, la Unidad Nacional de Protección (UNP) utilizó su cuenta de X para explicar el procedimiento en torno a la liberación. Indicaron que “La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la UNP tienen dos tipos de convenios. Uno para magistrados y otro para lo que la JEP define como víctimas. La JEP implementa medidas y la UNP acata y hace la logística. En el caso de Salvatore Mancuso la JEP solicita”.

La salida de Mancuso de prisión no solo marca el fin de una etapa judicial, sino que también implica un desafío significativo para las instituciones de justicia en Colombia, que deben asegurar que su contribución a la verdad y la reconciliación sea efectiva y segura.