Por: Jorge Lujan López
Colaborador
“A Dios lo que es Dios y al Cesar lo que es del Cesar”. En estos 6 meses mucho es lo que ha logrado en tan poco tiempo el alcalde Dumek Turbay en pro de esta ciudad.
Así lo demuestran las últimas encuestas efectuadas que lo señalan como el mejor Alcalde del país. Es de público conocimiento como el burgomaestre pasado dejó esta ciudad al garete y descuadernada, bajo el pretexto de evitar la corrupción de los mandriles y el despilfarro del erario público. El alcalde Dumek Turbay desde que se posesionó no ha dejado un solo día de trabajar, sobre todo en aquello que la ciudad estaba necesitando con urgencia. Últimamente bajo el amparo del honorable Concejo Distrital, se propone recuperar social y urbanística a Chambacú.
No es posible que una zona con tanto legado histórico y cultural a un paso del Centro Histórico, se encuentre olvidada y abandonada.
Manifestó el alcalde Dumek: “Vamos a devolverle el brillo público, histórico y cultural a Chambacú. Se hará de esta zona un complejo deportivo, parque infantil, zona común, cancha infantil con gradería, luminarias, cerramiento, corredor turístico y comercial, sendero peatonal y parqueaderos. Un coliseo de baloncesto y voleibol, todos los espacios diseñados para fomentar la actividad física y el esparcimiento de la comunidad”.
Ahora falta lo que se merecen los cartageneros, un estadio de béisbol en óptimas condiciones. Sin demeritar los otros deportes.
En el campo de fútbol local, muchos han sido los esfuerzos y aportes que le han dedicado y muy poco los beneficios conseguidos. Esperamos que en el futuro podamos conseguir mejores resultados en este deporte. Aunque somos conscientes que usted es más amante del fútbol que del béisbol.
El béisbol le ha dado a Cartagena varios campeonatos nacionales. Integrantes del equipo nuestro fueron los campeones de la Serie del Caribe. Cartagena al igual que Barranquilla merece un estadio de béisbol de la talla del ‘Edgar Rentería’ en una zona céntrica y segura como lo es Chambacú, que está muy cerca de más de 10 barrios de la ciudad. Estadio que podría llevar un nombre de las tantas glorias internacionales que ha tenido Colombia en este deporte.
En la pasada administración, a pesar de que el público colmaba las graderías se notaba el abandono total en que se encontraba el estadio Once de Noviembre. Quienes seguimos continuamente el mejor béisbol del mundo, vibramos de emoción, cuando nuestros embajadores como Urchela, Quintana, Harol Ramírez, Donovan Solano, realizan una jugada brillante, así lo expresan los narradores norte-americanos gritando que viva Colombia, que viva Cartagena, que viva Barranquilla, los que nos hace sentir orgullosos de ser colombianos.
No podemos ser ingratos con Cartagena. Vale la pena recordar aquel proverbio que dice “en casa del ingrato habita la desventura”.