Familias claman por soluciones tras fallo judicial que ordenó el derribo de sus casas.
En los alrededores del barrio conocido como Pinar del Río, ubicado al suroccidente de Barranquilla, un largo litigio por la posesión de terrenos ha culminado en una orden de demolición dictada por la Corte Suprema de Justicia. La disputa involucra a Inversiones Benavides García y otros cinco particulares, quienes han demandado la ocupación ilegal de más de 490 casas construidas en un predio de seis hectáreas.
El fallo de segunda instancia, emitido este martes 9 de julio, provocó gran consternación entre los residentes, quienes afirman haber adquirido legalmente los terrenos mediante escrituras protocolarias respaldadas por notarías de Barranquilla. Según uno de los afectados, el desalojo y demolición se llevaron a cabo sin previo aviso adecuado, causando enfrentamientos con la fuerza pública y dejando varias personas heridas.




«Compramos estas tierras, nos dieron escritura protocolaria y a otros se hizo un documento por la notaría y vinieron arbitrariamente, tumbaron, a nadie lo notificaron directamente que le iban a tumbar su casa, sino simplemente vamos a tumbar y ya, y maltratando, golpeando la gente», declaró uno de los afectados.
La situación ha generado preocupación debido a que muchas familias, algunas con miembros enfermos y bebés, han perdido sus hogares. Actualmente, la Alcaldía, junto con la Defensoría del Pueblo y la Personería, están evaluando el caso para verificar los procesos legales seguidos durante el desalojo.
Se conoció que ayer martes, en medio de su desesperación, las familias afectadas de manera pacífica realizaron un plantón a las afueras de la casa del alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, en busca de que el mandatario local les diera respuesta ante esta crítica situación que los ha dejado sin un techo.





Hoy miércoles 10 de julio, se encuentra suspendida esta operación mientras se revisa que se hayan cumplido los debidos procesos. «Pedimos compasión y una oportunidad, aquí no hay una invasión como quieren decir, aquí no hay ranchos de madera, no hay ranchos de cartón, de lámina, no, aquí son casas», expresó otro de los afectados.