La capital ucraniana está de luto este martes tras los bombardeos rusos que destruyeron el mayor hospital pediátrico del país, con un balance que amenaza con aumentar a medida que se despejan los escombros.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo que 38 personas murieron, incluyendo cuatro niños, y 190 fueron heridas durante los ataques con 40 misiles que tuvieron por blanco varios pueblos y ciudades.
Camila Zuluaga, la presidenta del centro Dobrochyn, una ONG encargada de la recuperación de las sociedad y democracia en medio del conflicto, Nataliya Drozd, comentó que el ataque a ese hospital, uno de los más importantes de Ucrania, fue “de manera deliberada con misiles”.
Drozd señaló que, ahora, varias de las entidades atacadas y destruidas tendrán que hacer recolectas de dinero. Esto, sumado a la situación de que, según dijo, no tienen armas ni elementos para defenderse de esos ataques.
El bombardeo del hospital infantil de Okhmatdyt conmocionó a Ucrania tras más de dos años de una guerra que empezó con la invasión rusa en febrero de 2022. El ataque también fue condenado por los aliados occidentales de esta exrepública soviética.
El ayuntamiento de la capital decretó un día de luto en la ciudad, donde las banderas ondeaban a media asta y los eventos de entretenimiento fueron pospuestos.
