La ultraderecha liderada por Marine Le Pen se impone con el 34% de los votos en las elecciones francesas.
En la primera vuelta de las elecciones francesas de 2024, la ultraderecha de Marine Le Pen ha logrado una victoria histórica. Con el 63% de los votos escrutados, su partido, Agrupación Nacional (RN), ha alcanzado un 34% de los votos, superando claramente al Nuevo Frente Popular de izquierda (NFP) y al bloque macronista. Este resultado ha generado una ola de llamados a la unidad entre el presidente Emmanuel Macron y varios líderes de la izquierda y del centro para evitar que Le Pen consiga la mayoría absoluta en la segunda vuelta.
«Una de las tres proyecciones nacionales de escaños publicadas por los institutos demoscópicos contempla la posibilidad de que el RN obtenga la mayoría absoluta en la segunda ronda», con una estimación de entre 255 y 295 escaños, cuando el umbral está en 289. Esta victoria, la primera en unas legislativas para el RN, ha sido calificada como «inapelable» por su candidato a primer ministro, Jordan Bardella, quien ha pedido una movilización para asegurar la mayoría absoluta en la próxima ronda de votaciones.
Le Pen, desde su bastión electoral en Henin-Beaumont, en el norte del país, hizo un ferviente llamado a sus seguidores a votar el 7 de julio para lograr esa mayoría y forzar a Macron a nombrar a su delfín como el próximo jefe de Gobierno. Para la ultraderecha, que ya había ganado las dos últimas elecciones europeas pero nunca unas legislativas, se presenta ahora la posibilidad de gobernar con el mayor grupo parlamentario, pasando de los 89 escaños actuales a una posible mayoría absoluta.
Muchos de los duelos de la segunda vuelta serán entre tres aspirantes, por lo que las posibles retiradas estratégicas de ciertos candidatos podrían ser decisivas en algunas circunscripciones. Ante esta situación, Macron y los partidos de izquierda apuestan por retirar candidaturas para hacer frente común contra Le Pen y su partido, en un esfuerzo por mantener un equilibrio de poder en el Parlamento.