Si me dicen arrodíllate, me arrodillo.
Por: José Humberto Torres.
Es sabido que el más frecuente gesto de cordialidad y cortesía entre personas, es el apretón de manos; sin embrago, en algunos países del mundo el abrazo y los besos en la mejilla se han convertido en una forma cotidiana de saludo, especialmente entre quienes se conocen muy bien.
Psicólogos como Kevin Zaborney, de la Universidad de Michigan, se han ocupado de estudiar el significado y los afectos emocionales que los abrazos producen en los seres humanos; para los estudiosos del tema, un abrazo es más que un simple contacto físico, se trata de una forma de comunicación emocional a través de la cual se puede expresar amor, apoyo, consuelo y comprensión; para los entendidos, un abrazó fuerte puede indicar un fuerte vínculo emocional o un gesto de gratitud y de amistad profunda entre las personas.
De allí que cuesta mucho entender, el tipo y contexto en que se sitúan las relaciones interpersonales entre Cesar Gustavo Becerra “alias Camilo” y el alcalde de Santa Marta Carlos Pinedo Cuello, sobre todo porque, en voces de los psicólogos, abrazos como el que el país conoció a través de la W radio, transmiten la sensación de protección, seguridad y apoyo mutuo. Vale citar que las relaciones interpersonales se conciben como asociaciones entre dos o más personas.1 Asociaciones que pueden basarse tanto en emociones y sentimientos como en el interés por los negocios y por formas colaborativas, entre otros.
Un mes a transcurrido desde que se conocieron públicamente las fotografías que han puesto en tela de juicio las relaciones interpersonales entre el alcalde Pinedo y las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada (ACSN); sin embargo, aún no conocemos pronunciamiento alguno ni de la Procuraduría General de la Nación ni de la Fiscalía. Quien no ha guardado silencio, es el alcalde Pinedo quien por todos los medios ha intentado instalar un maquillado relato sobre su reunión con la comandancia de las ACSN, hecho que sin duda debería ser materia de investigación penal y disciplinaría.
Lo cierto es que el relato de Pinedo Cuello está plagado de contradicciones, versiones que él ha ido convenientemente acomodando, cambiando, dependiendo del escenario en el que se le pregunte por lo ocurrido en la reunión en el Corregimiento de La Tagua, inicialmente explicó a los medios que asistió voluntariamente a una reunión a la que fue invitado por un líder comunal, y advirtió que no conocía a “alias Camilo”; en otra versión aseguro que se trató de un constreñimiento, días más tarde alego ser víctima de un secuestro, de una retención dijo; sin embargo, calla convenientemente cada vez que le exhorta por los motivos que lo llevaron a abrazar tan efusivamente al comandante de las ACSN, pese a lo cual, no dudo en confesar a Semana Tv que si “alias Camilo”, lo pide se hubiese arrodillado ante él.
A lo mejor, aconsejado por sus asesores o quizás con la convicción de que “…la mejor defensa es un buen ataque” (Sun Tzu) el alcalde Carlos Pinedo se ha empeñado recientemente en distraer la atención de la opinión, tratando de instalar un prefabricado relato: “me quieren matar”, afirmando sin prueba alguna que es víctima de un complot para asesinarlo, aseveración que reitero días atrás en entrevista con Matilde Cortes de Semana TV, en esa oportunidad, dijo: “quieren acabar con la vida de Carlos Pinedo”, fin para el cual existe un complot orquestado, según él, por el ex gobernador Carlos Caicedo, miembros del movimiento político Fuerza Ciudadana e integrantes de la Policía Nacional.
Pinedo sabe que sus relatos son ficticios pero necesita que crean en ellos, como dice Yuval Noah Harari (2023) la mayoría de los relatos se mantiene cohesionados por el peso de su techo más no por la solidez de sus cimientos.
Mientras el alcalde intenta salir de su laberinto, tratando de acertar -sin éxito- en encontrar una salida a la embarazosa situación en la que lo ha puesto el cariñoso abrazo con “alias Camilo”, el denominado “Estado Mayor” de las ACSN entra a terciar emitiendo comunicados para tratar de distraer la atención; sus máximos jefes se encuentran privados de libertad; las economías ilegales asociadas al narcotráfico el microtráfico, la extorsión y el sicariato continúan en proceso de consolidación, entre otras razones, porque en este desgobierno Distrital han encontrado espacios propicios para llevar a cabo sus actividades criminales y las comunidades de la Sierra siguen siendo víctima de la extorsión y el boleteo
No pocos son los abrazos que marcan un antes y un después en la historia de la humanidad, quien puede negar, por ejemplo, que el abrazo de Richard Nixon y Mao Tse-tung señaló una nueva fase en las relaciones de la China continental con los Estados Unidos de América y que decir del encuentro, -abrazó incluido- de Juan Pablo II con el supremo Rabí de Israel, que condujo al establecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos Estados. Abrazos que sin lugar a duda se convirtieron en símbolo de un efectivo acercamiento entre quienes los protagonizaron.
Dando por cierto que los abrazos crean un sentido de pertenencia y contribuyen a fortalecer lasos de relacionamiento, varios son los interrogantes que flotan en el ambiente político de Santa Marta: ¿qué clase de formas colaborativas establecieron el alcalde Carlos Pinedo Cuello y la comandancia de las ACSN en la cuestionada reunión de La Tagua? ¿ cumplirá el alcalde con su deber legal de presentar las pruebas que respaldan su temeraria afirmación sobre la “existencia de un complot para acabar con su vida”?
El tiempo se encargará de confirmar si los herederos del paramilitarismo y la parapolítica retomaron o no el control de la administración pública en Santa Marta; de ser así, nada de extraño tendría que viéramos a un alcalde postrado a los pies de la criminalidad, un alcalde que de forma libre, espontánea y voluntaria ha revelado que si Camilo le hubiese dicho arrodíllate, él no hubiera dudado en ponerse de rodillas ante las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada.