El servicio público implica tener blindaje contra las calumnias: Sarabia

Laura Sarabia, canciller de Colombia.

En el marco de la polémica que la tiene en el ojo del huracán nuevamente, Laura Sarabia Torres actual directora del Departamento Administrativo de la Presidencia Dapre, se defendió ante los señalamientos por presunto tráfico de influencias.

Según lo explicó, el último episodio de lo que considera una serie de ataques, consistió en cuestionarla por las supuestas «andanzas» de su hermano y calificarlo como su «talón de Aquiles».

“A mi hermano hoy no le pueden imputar ningún delito, abuso o enriquecimiento, pues solo hay pruebas de que trabaja en el sector privado, sin nexos ni gestiones ante el Gobierno. Su «delito», al parecer, es ser mi hermano y, quizás, haber asistido a un par de encuentros sociales por encima del estrato social al que, sin vergüenza alguna, pertenecemos”, respondió.

En el escrito publicado por Cambio, la alta funcionaria explicó que el servicio público en Colombia implica “tener blindaje contra la infamia y las calumnias”, anotó.

“En esta época de redes sociales circulan, como si fueran ciertas, versiones sin ningún relato ético o de conciencia, sin pruebas o sustentos. La libertad de expresión se ha desdibujado y, a su amparo, se atenta contra la honra y el buen nombre de quien sea objetivo de intereses oscuros, corruptos o codiciosos”, indicó.

En ese sentido, aseguró que no posa de ingenua, pues su conocimiento de la política inició en las entrañas del Congreso. “Por esto, pocos episodios tienen la capacidad de sorprenderme: agendas dobles, relaciones interesadas, soledad en las batallas”, anotó.

Según lo explicó, está consiente que el servicio público honesto los obliga a la ingratitud. “He debido distanciarme de amigos, familiares y exjefes que hoy sufren de memoria selectiva. De hecho, tuve que pagar el precio hace un año al elegir no ceder ante constreñimientos ni chantajes. Un precio doloroso y que al parecer para algunos no ha sido suficiente”, puso de presente.

Detalló que como funcionaria, se debe a la justicia para dar las explicaciones que sus actos públicos demanden, “y nadie podrá decir que no lo he hecho. Solo espero que ahora no se me pida responder también por mi vida privada, pues hasta mi forma de vestir es de interés público. Lo que sí puedo es responder por mi relacionamiento con gremios y grandes grupos empresariales. Primero, han sido públicos. Segundo, de pleno conocimiento del presidente. Y tercero, y más importante, para responder a una pregunta absurda y públicamente formulada, los gremios y empresarios saben que no uso intermediarios ni tercerizo a personas de mi círculo social o familiar; el interrogante se hubiera podido despejar con solo preguntarles a los anteriores. Habría sido más fácil para quienes deberían tener como propósito la verdad”, puntualizó la alta funcionaria.