En medio de una grave crisis institucional, el presidente de Bolivia, Luis Arce, ha agradecido públicamente al pueblo boliviano y a la comunidad internacional por su firme rechazo a lo que describió como un intento de golpe contra su gobierno democráticamente electo.
El mandatario destacó la unidad y la movilización ciudadana que demostró su apoyo a través de manifestaciones y medios de comunicación, subrayando la importancia de preservar la estabilidad y la democracia en el país.
La tensión se intensificó cuando fuerzas militares, bajo el mando del entonces comandante del Ejército, Juan José Zuñiga, irrumpieron en la sede gubernamental en una acción que Arce denunció como irregular y peligrosa para la democracia.
Tras intensas negociaciones y la presión internacional, las tropas rebeldes finalmente se retiraron y Zuñiga fue detenido por las autoridades.
Arce expresó su compromiso inquebrantable con la defensa de los principios democráticos y agradeció específicamente a los líderes y organismos internacionales que condenaron enérgicamente el intento de golpe, reafirmando así el respaldo global a la institucionalidad boliviana.
Este incidente ha puesto a prueba la estabilidad política del país sudamericano, pero Arce ha reafirmado su determinación de avanzar en la agenda de desarrollo nacional, asegurando que el gobierno seguirá trabajando para el beneficio de todos los bolivianos.