
Estuvo encargado de la presidencia por un problema cardíaco del entonces mandatario Laureano Gómez, entre 1951 y 1953 cuando el Golpe de Estado de Rojas Pinilla.
Por PepeComenta
Roberto Urdaneta Arbeláez, presidente designado de Colombia entre el 5 de noviembre de 1951 y el 13 de junio de 1953, abogado y diplomático, nació el 27 de junio de 1890 en Bogotá, falleció allí en la capital el 20 de agosto de 1972, habiendo sido el ministro de Guerra que en 1931, cuando debió enfrentar el conflicto con el Perú, el cual se había iniciado -según el exmandatario Alfonso López Michelsen- por un «problema de faldas».
Urdaneta asumió la presidencia de la República en 1951 por enfermedad de Laureano Gómez. quien había sido elegido en 1950, y se mantuvo allí hasta el 13 de junio de 1953 cuando se produjo el golpe de Estado del militar Gustavo Rojas Pinilla.
Según Alfonso López Michelsen la Guerra con el Perú en 1931 tuvo «aspectos ridículos».
–Fue un “caso de policía”– señaló el exmandatario en su memorias, indicando que la situación se dio por una mestiza llamada Pilar -a quien se conocía como La Pila- quien era amante del militar peruano, Juan de la Rosa.
El intendente colombiano en el Amazonas, Alfredo Villamil Fajardo -hombre de abolengo y al mismo tiempo dicharachero y galante- intentó conquistar a la dama y ante su negativa, decidió raptarla y llevarla a Leticia.
Aquello generó el conflicto pues los militares peruanos se tomaron a Leticia y en Colombia hubo una efervescencia patria: Todos pedían la guerra contra el país fronterizo de manera inmediata.
López cuenta que en realidad el asunto no pasó a mayores, si bien no entrega detalles del desenlace. Urdaneta estuvo a cargo de las negociaciones el tiempo que duró el conflicto entre el 1° de septiembre de 1932 y el 24 de mayo de 1934, tras lo cual se restablecieron las relaciones, se definieron los límites fronterizos y se instauraron acuerdos de cooperación entre ambos países.
Urdaneta fue en principio un duro contradictor de Laureano Gómez.
–Es el hombre de los discursos agresivos y demoledores que infunde terror”, “vaca-loca que ataca a todo lo que se encuentre, que nada respeta y nada le detiene y “voluble en sus amores y efímero en sus odios– afirmaba, añadiendo que «siempre desfigura la verdad»
-Adopta la táctica del martillo, que consiste en afirmar, repetir y volver a repetir lo mismo, para dejar establecido la alteración de la verdad– dijo.
Sus relaciones mejoraron cuando Alberto Lleras Camargo, en 1944 denunció por calumnia a Laureano Gómez y el juez 4° del Circuito Penal, José Ignacio Caicedo, ordenó la detención.
Los conservadores se declararon ofendidos y el diario El Siglo, señaló que «existen razones suficientes para declarar una guerra civil”.
Urdaneta olvidó los rencores del pasado y encabezó un movimiento de protesta por parte de los conservadores en contra de la detención de Gómez y su gesto de solidaridad sirvió para el acercamiento entre ambos líderes.
En 1950, durante la presidencia de Mariano Ospina Pérez, Urdaneta ocupó el cargo de ministro de Gobierno y más tarde, durante el mandato de Laureano Gómez, pasó a ocupar el primer cargo a causa de una enfermedad del titular.
El 13 de junio de 1953, anunciando que “No más sangre, no más depredaciones. No más rencillas entre los hijos de la misma Colombia inmortal”, el General Gustavo Rojas Pinilla le daría un golpe de estado al mandato de Laureano Gómez quien aún no reincorporaba a la presidencia.
El historiador, político y periodista Abelardo Forero Benavides, cuenta en una nota en la Biblioteca Virtual de Historia del Banco de la República, que Rojas Pinilla quería dejar en la presidencia a Urdaneta Arbeláez pero este último no aceptó el cargo, aunque Mariano Ospina Pérez le había pedido que accediera a la petición.
–Era imposible. Yo hubiera tenido que ordenar la prisión de Laureano Gómez– indicó.
A su salida del Gobierno, Urdaneta residió en Ginebra, Suiza, regresando después a Bogotá donde falleció el 20 de agosto de 1972.