Experta destaca cambios en comportamiento y entorno como señales clave para detectar problemas de adicción temprana.
María Mercedes Dueñas, coordinadora para la Región Andina y el Cono Sur en prevención y tratamiento del consumo de drogas, compartió preocupaciones fundamentales en la entrevista con Salud y Algo Más sobre la creciente problemática de la drogadicción entre jóvenes.
Enfatizó que el cerebro adolescente, aún en desarrollo hasta los 21 años, es especialmente vulnerable a los efectos de las sustancias adictivas, alterando los circuitos de recompensa de manera significativa.
«El inicio del consumo a los 14 años puede perpetuar hábitos adictivos», señaló Dueñas, refiriéndose a estudios que indican una mayor dificultad en la gestión del consumo cuando comienza a una edad tan temprana.
Entre los factores de riesgo identificados para el abuso de sustancias en adolescentes se incluyen antecedentes familiares de adicción, problemas de salud mental como depresión o ansiedad, comportamientos impulsivos y eventos traumáticos previos.
Según el reporte de una importante clínica, es crucial estar atento a los signos de alerta que podrían indicar un posible consumo de drogas por parte de los adolescentes:
Cambios abruptos en amistades, hábitos alimenticios, patrones de sueño, apariencia física, solicitudes frecuentes de dinero, y desempeño escolar. Comportamiento irresponsable, falta de juicio y desinterés generalizado. Violación de reglas familiares o distanciamiento emocional. Presencia de envases de medicamentos o parafernalia de drogas en su habitación. Estos indicadores pueden ser clave para intervenir tempranamente y buscar apoyo profesional, subrayó Dueñas, advirtiendo sobre la importancia de la comunicación abierta y el monitoreo activo por parte de los padres para mitigar riesgos asociados al consumo de drogas en la adolescencia.