Un proyecto prometedor reducido a una sola torre en mal estado, sin servicios básicos individualizados ni administración, dejando a sus habitantes en una situación de riesgo.
Vivir en el conjunto residencial Bahía San Carlos ha dejado de ser el sueño prometido para convertirse en una auténtica pesadilla, según relatan los propios vecinos, debido a las presuntas irregularidades cometidas por la constructora encargada del proyecto.
Lo que originalmente se presentó en maqueta como un ambicioso complejo con cinco torres de 22 pisos cada una, piscina, ascensores, zonas verdes, parqueaderos y otras amenidades, hoy se ha reducido a una única torre plagada de fallas. Los servicios públicos no están individualizados y no hay administración. Los residentes aseguran que los constructores se llevaron hasta la última varilla del lote donde deberían haberse ejecutado las obras restantes.
«Este fue un proyecto en su momento respaldado por Convivienda, y desde entonces se han presentado inconvenientes como las fechas de entrega. Hoy habitamos unos apartamentos en una verdadera situación de riesgo porque no tenemos sistema contra incendios, la luz no está individual. Actualmente la constructora no está en el predio y la administración se marchó», explicó Boris Fajardo, vocero de los copropietarios.
La situación ha llegado a tal punto que el alcalde Dumek Turbay se ha reunido con varios de los afectados y ha prometido abordar algunos de los problemas dentro de su competencia, buscando una solución para los desesperados residentes.
