Río Manzanares, convertido en un verdadero un basurero

El basurero a cielo abierto en el río Manzanares.

Toda clase de elementos son arrojados diariamente por personas inescrupulosas causando graves contaminaciones al medio ambiente

El río Manzanares, enfrenta una crisis ambiental sin precedentes debido a la acumulación masiva de basura. En el sector de la calle 30, específicamente en la entrada del barrio 1 de Mayo, la falta de cultura ciudadana es evidente. Sin embargo, también se destaca la falta de acción por parte de las autoridades encargadas de proteger el medio ambiente. Esta negligencia ha permitido que el afluente se convierta en un vertedero ilegal, poniendo en riesgo los recursos naturales de la capital del departamento del Magdalena.

Luis Gutiérrez Contreras, líder cívico del sector 1 de Mayo, expresa una profunda preocupación por la situación: «Hemos notado una gran acumulación de basura en nuestro río Manzanares, no solo en este sector, sino también en áreas aledañas. Esta basura es un problema que afecta la salud de los niños, adolescentes y adultos, ya que crea condiciones propicias para la proliferación de mosquitos y epidemias. En época de invierno, esto se vuelve aún más alarmante y puede contribuir a la propagación del dengue».

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El río está inundado con todo tipo de desechos, desde electrodomésticos y muebles hasta colchones y llantas. Gutiérrez subraya la necesidad de una mayor conciencia ambiental: «Vamos a organizar una campaña pedagógica para promover la cultura ciudadana, porque no es aceptable que después de limpiar nuestro río Manzanares, personas sin educación sigan tirando basura y desechos que dañan sus aguas».

La situación se agrava debido a la falta de control y la inacción de las autoridades. «Aquí también falta la presencia de empresas grandes como TESSA y de las autoridades de Santa Marta para que tomen medidas. Necesitamos que la Alcaldía actúe y no permita que esto continúe. El Dadsa es la autoridad ambiental y no está haciendo nada para cambiar esta situación. Es doloroso y triste ver este río en tal estado, especialmente cuando nos acercamos a los 500 años como la ciudad más antigua de Colombia. Debemos empezar a crear buenas prácticas para que cuando nos visiten, no encuentren este espectáculo vergonzoso, ya que la calle 30 es una de las entradas a Santa Marta», agregó Gutiérrez.

La crisis del río Manzanares refleja una falta de coordinación entre la comunidad y las autoridades. Mientras los residentes y líderes cívicos intentan promover la limpieza y la educación ambiental, la ausencia de medidas efectivas por parte de las entidades distritales les ha permitido que la contaminación continúe sin control.

Es urgente que se implementen medidas contundentes para frenar la contaminación del río Manzanares. Esto incluye la aplicación estricta de leyes ambientales, campañas educativas sostenidas y la colaboración activa entre las empresas de servicios públicos, las autoridades del Distrito y la comunidad.

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