Festival del Pastel 32 años contando historias envueltas en bijao

Redacción Sociales
LA LIBERTAD

Son ya 32 años los que cumple el tradicional Festival del Pastel, realizado anualmente en el corregimiento de Pital de Megua, jurisdicción de Baranoa, y que este 2024 celebrará una nueva versión desde el viernes 28 de junio al lunes 1º de julio, para seguir rindiendo tributo a la gastronomía atlanticense.
El corazón y la esencia de esta celebración residen en las experimentadas manos de las matronas, pertenecientes a la Asociación de Mujeres Hacedoras del Pastel y Sabores de Pital, quienes a través de su sazón esperan complacer los más exigentes paladares durante los cuatro días de evento.
Este delicioso plato de arroz envuelto en hojas de bijao podrá disfrutarse con múltiples especias y una variedad de carnes de cerdo, pollo, res, pato, pavo, carnero y conejo, que da a los comensales la posibilidad de deleitarse con el sabor que más les apetezca. En esta ocasión se esperan vender 20 mil unidades.
Freddy Urieles, integrante del comité organizador del evento, detalló en una entrevista con Diario LA LIBERTAD que serán 58 hacedoras de la tradición, ubicadas en la Plaza Principal del corregimiento, donde ofrecerán sus pasteles desde las 7:00 de la mañana. Además de la oferta gastronómica, en horas de la noche del sábado y domingo se llevará a cabo la fiesta popular.
“Nos sentimos muy emocionados con esta nueva versión, estamos más que preparados para recibir a todos los atlanticenses y ofrecerles una vez más estas delicias que hacen parte fundamental de la gastronomía de la región”, dijo Urieles.
Por su parte, el alcalde de Baranoa, Edinson Palma, ha enfatizado en la importancia de garantizar la seguridad y comodidad de los visitantes durante el 32º Festival del Pastel en Pital de Megua. Con el objetivo de facilitar la movilidad y evitar contratiempos al ingresar al corregimiento, se han implementado medidas logísticas clave.


Esto incluye la habilitación de espacios de parqueadero dentro del mismo corregimiento, así como la optimización de vías de entrada y salidas. Estas acciones están diseñadas para asegurar que los asistentes disfruten de una experiencia sin inconvenientes, permitiéndoles concentrarse plenamente en deleitarse y participar en las actividades del evento.
El mandatario también detalló que desde la alcaldía se está acompañando el festival de manera integral. En particular, resaltó el papel fundamental de su esposa, Julia Durán, como primera gestora social, quien ha impulsado a las hacedoras del festival a realizar preventas tanto en la Gobernación del Atlántico como en diversas empresas privadas. Hasta la fecha se han logrado vender cerca de mil pasteles, alcanzando un recaudo de 13 millones de pesos.
Palma anunció una colaboración estratégica con Autopista del Caribe para apoyar la dotación de camisetas y la promoción del evento mediante afiches, asegurando así una mayor visibilidad y participación en esta celebración culinaria tradicional.

Matronas: el alma y vida del evento

En el marco del festival, llegaron hasta la sala de redacción de este medio periodístico cuatro mujeres excepcionales que han sido pilares fundamentales del evento, compartiendo su sabiduría culinaria y honrando una tradición que perdura a lo largo de generaciones.
María Lourdes Vargas, lleva siete años participando activamente en el festival, continuando el legado que le dejó su madre. Con pasión y dedicación, se ha propuesto este año vender más de 400 unidades, demostrando su compromiso con la preservación y promoción de este popular platillo.
Dori Navarro, quien cuenta con 20 años de trayectoria, destaca la acogida cálida que ofrece el corregimiento a sus visitantes, asegurando que la experiencia no solo se limita al paladar, sino que además se convierte en un encuentro cultural inolvidable.
Por su parte, Aida Gamarra, una de las fundadoras del festival, recordó con nostalgia los inicios del evento, enfrentando desafíos que, con el tiempo, han sido superados gracias al esfuerzo conjunto de un equipo que ha crecido significativamente, pasando de 14 a 58 integrantes.
“Cada miembro hizo un aporte de $20 mil y se decidió realizar el festival en recinto cerrado en los alrededores de la iglesia. Cada persona hizo 20 pasteles y pagaban a la entrada 600 pesos por el costo del pastel, recuerdo que los primeros visitantes llegaron de Baranoa”, expresó esta mujer de 74 años.
Por último, Angélica Pacheco, quien tiene más de una década de estar involucrada activamente en el evento, cuenta que se inspiró en su familia para adentrarse en la elaboración de pasteles. Motivada por el amor al trabajo en equipo y la pasión por su labor, encuentra satisfacción en esta actividad que espera siga tocando nuevas generaciones.
Estas cuatro mujeres, entre muchas otras, encarnan la esencia misma del Festival del Pastel de Pital de Megua: tradición, dedicación y amor por la gastronomía atlanticense. Su contribución no solo preserva un legado culinario, sino que también fortalece el tejido social y cultural de su comunidad, asegurando que cada edición sea un testimonio de la identidad y hospitalidad de este corregimiento.