En medio de la temporada alta de turismo, el Aeropuerto de San Andrés enfrenta un panorama desolador con notables ausencias de viajeros, planteando serias interrogantes sobre las causas detrás de esta crisis.
Este icónico destino colombiano, famoso por sus playas paradisíacas, enfrenta una disminución drástica en la llegada de visitantes, generando preocupaciones sobre el impacto económico local.
Las acusaciones apuntan en direcciones opuestas: por un lado, críticas al gobierno del presidente Gustavo Petro por supuestamente descuidar la promoción turística y reducir la frecuencia de vuelos internacionales clave hacia destinos como Canadá y Estados Unidos.
Por otro lado, se señala la actitud poco acogedora de algunos residentes locales, conocidos como raizales, quienes presuntamente han contribuido al problema con malos tratos y costos exorbitantes para los turistas.
Ante esta compleja situación, los expertos subrayan la necesidad urgente de una respuesta coordinada entre el gobierno y la comunidad local para restaurar la confianza y el atractivo de San Andrés como destino turístico de clase mundial.
La mejora en la calidad del servicio al cliente y la accesibilidad económica a la isla emergen como medidas cruciales para revertir esta tendencia preocupante y revitalizar la economía turística de la región.
Las autoridades locales y nacionales están llamadas a tomar medidas rápidas y efectivas para garantizar que San Andrés recupere su posición como uno de los destinos más queridos por turistas nacionales e internacionales.