Deslizamientos y lluvias mantienen cerrada vía crucial a Tumaco en Nariño

Las lluvias volvieron a cerrar la vía al mar en Nariño. // Foto: Captura de pantalla.

Las intensas lluvias en el pie de monte costero, específicamente en el sector de Ospina Pérez del municipio de Ricaurte, Nariño, han provocado deslizamientos de tierra y el desbordamiento de una quebrada, bloqueando la vía que comunica a Tumaco con el resto del país. Este incidente, que ya se había registrado recientemente, ha generado un cierre vehicular que persiste hasta el día de hoy.

Autoridades locales y el Instituto Nacional de Vías (Invías) han desplegado maquinaria amarilla para la remoción de los derrumbes, pero las condiciones climáticas adversas han impedido continuar con los trabajos durante la noche del jueves. Se espera que las labores de despeje reinicien en las primeras horas de este viernes, mientras la vía permanece completamente cerrada al tránsito.

Además de los problemas de conectividad, las lluvias intensas han dejado un saldo lamentable en Nariño. Según la Gestión de Riesgo de Desastres, al menos 9.000 personas han resultado damnificadas en diversos municipios del departamento, especialmente en las zonas costeras y del pie de monte, así como en el norte y occidente de la región.

La respuesta humanitaria no se ha hecho esperar. La Federación Nacional de Departamentos entregó 780 kits de aseo, alimentarios y de cocina a la Dirección Administrativa de Gestión del Riesgo de Desastres (DAGRD), los cuales serán distribuidos en 34 municipios afectados en las próximas horas. Gabriel Ocaña, director de la DAGRD, destacó la importancia de la coordinación entre las autoridades locales y la administración central para asegurar una ayuda eficiente a las familias afectadas.

El gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar, está gestionando más apoyo de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres para brindar asistencia adicional a los damnificados en todo el departamento. Asimismo, Gabriel Ocaña hizo un llamado urgente a las administraciones locales para activar los planes de gestión de riesgo por lluvias, que se mantendrán vigentes hasta agosto, con el objetivo de prevenir nuevas emergencias y proteger a la población vulnerable.