Visita estratégica del presidente ruso busca consolidar apoyo internacional y acuerdos bilaterales.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, arribó este martes a Corea del Norte para una visita de Estado de dos días, en la cual se espera la firma de un acuerdo de asociación estratégica entre ambas naciones, en un contexto marcado por la tensión internacional debido a la guerra en Ucrania.
Desde el final de la Guerra de Corea en 1953, Moscú y Pyongyang han mantenido una alianza que se ha fortalecido especialmente desde que Rusia inició su intervención en Ucrania en 2022. La llegada de Putin a la capital norcoreana fue precedida por incidentes en la frontera intercoreana y se da en medio de acusaciones de potencias occidentales sobre el apoyo logístico de Corea del Norte a Rusia en el conflicto ucraniano.
En una columna publicada en el diario oficial norcoreano Rodong Sinmun y la agencia de noticias KCNA, Putin expresó su agradecimiento por el apoyo de Pyongyang a la ofensiva rusa en Ucrania, subrayando que «Rusia ha apoyado a Corea del Norte en su lucha por la independencia y el desarrollo frente a un enemigo astuto y agresivo».
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, criticó la visita de Putin como un intento de buscar apoyo entre líderes autoritarios para su campaña en Ucrania, mientras que desde la Casa Blanca, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, expresó preocupación por la profundización de los lazos entre Rusia y Corea del Norte.
El asesor diplomático de Putin, Yuri Ushakov, mencionó la posible firma de «un acuerdo de cooperación estratégica global» durante esta visita, la cual cuenta con la presencia del canciller Serguéi Lavrov y el ministro de Defensa, Andrei Belousov.
La visita de Putin a Corea del Norte es su segunda en casi un cuarto de siglo, recordando su encuentro previo con el padre de Kim Jong Un, Kim Jong Il, poco después de asumir la presidencia rusa.