Este fin de semana, la música colombiana perdió a uno de sus más grandes compositores; se trata de Rafael Campo Miranda, quien falleció a los 105 años debido a complicaciones derivadas de la neumonía. El compositor había sido ingresado hace ocho días a la Clínica La Misericordia, en Barranquilla.

Los primeros años de un icono
Rafael Campo nació en Soledad, Atlántico, el 7 de agosto de 1918. Desde muy joven, demostró una profunda pasión por la música, una vocación que lo llevaría a convertirse en un ícono del folclor colombiano. A los 12 años, se trasladó a Barranquilla, manteniendo siempre un fuerte vínculo con su tierra natal.
Estos viajes constantes entre Soledad y Barranquilla durante su juventud moldearon su estilo musical y su identidad como artista en la década de los 40.
Formación y vida personal
El talentoso compositor se formó en el Colegio Barranquilla (Codeba) y continuó sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad del Atlántico. El 2 de abril de 1951, contrajo matrimonio con María del Socorro Vives Trespalacios, con quien tuvo tres hijos: Rafael, Margarita y Marta.
Su amor por la música no solo marcó su carrera, sino que también fue una herencia para su familia, con sus hijos siguiendo sus pasos en el ámbito musical.
En su trayectoria, encontró inspiración en la naturaleza y en el amor, pues sus composiciones capturan la esencia de los paisajes del Caribe, la alborada, las aves y el mar. Este profundo vínculo con su entorno se refleja en cada letra, que evocan imágenes vívidas y emociones profundas.
El maestro se hizo conocido por el clásico ‘Playa’ y más tarde por ‘Lamento naufrago’, que se convirtió en el himno oficial de Puerto Colombia. Sus éxitos incluyen ‘Pájaro amarillo’, popularizada por la Orquesta de Pacho Galán; ‘Entre palmeras’, interpretada por Aníbal Velásquez; ‘La cometa’, interpretada por Alfredo Gutiérrez; y ‘La negrita’, también interpretada por la Orquesta de Pacho Galán.
El legado de Rafael Campo Miranda no solo se mide por sus composiciones, sino también por los numerosos homenajes que recibió en vida. Fue reconocido como uno de los más grandes compositores a nivel nacional, un testimonio de su influencia duradera en la música colombiana.
Su sepelio y funeral se realizaron este domingo en el cementerio Jardines de la Eternidad, ubicado en el norte de Barranquilla. ¡Adiós maestro ’Rafa’!