El alcalde de Santa Marta, Carlos Pinedo, ha vuelto a poner de manifiesto su falta de claridad y coherencia al emitir comunicados oficiales por parte de su administración distrital.
En una reciente situación relacionada con el acompañamiento a los diálogos en la mesa de trabajo dirigida por el director de Derechos Humanos del Ministerio del Interior, Franklin Castañeda, se ha evidenciado un patrón preocupante de imprecisiones y rectificaciones necesarias.
Como la Chimoltrufia; «como dicen una, cosa dice la otra»
En el comunicado inicial, se anunciaba un supuesto acuerdo con las comunidades de la zona rural de Santa Marta para levantar el paro cívico, tras haber alcanzado entendimientos respecto a la oferta del Gobierno Nacional hacia esta área. Además, se agendó una reunión con el Alto Comisionado para la Paz, Otty Patiño, dentro de las tres semanas siguientes, con el objetivo de iniciar una hoja de ruta.
Sin embargo, en una corrección posterior, se reveló que el propósito real de esta reunión era escuchar las demandas de las comunidades en materia de construcción de paz, lo cual difiere significativamente del mensaje inicial.
Como el Chavo del 8; «Se le chispoteó»
Esta falta de coherencia y precisión en los comunicados oficiales es preocupante, ya que genera confusión entre la ciudadanía y las partes involucradas en los procesos de diálogo y negociación en la zona rural de Santa Marta. La necesidad de rectificar detalles importantes sugiere una falta de diligencia y planificación por parte de la administración distrital y su equipo asesor, lo cual socava la confianza en la transparencia y la eficacia de su gestión.
Es fundamental que el alcalde Pinedo y su equipo revisen sus procesos de comunicación y aseguren la veracidad y consistencia de la información que proporcionan a la comunidad, para evitar malentendidos y garantizar una administración responsable y efectiva.
