
Parlamentarios denuncian que están siendo vigilados con cámaras y micrófonos en remodelación del Congreso.
En medio de un proceso de reestructuración de las instalaciones del Congreso, la Dirección Administrativa de la Cámara de Representantes ha instalado dispositivos que permiten la visualización y audición en tiempo real dentro de las oficinas de los congresistas. Este movimiento se realizó bajo un contrato que supera los 15 mil millones de pesos, generando preocupación entre los legisladores de todas las bancadas.
Los congresistas expresaron sentirse «preocupados» ante lo que consideran una violación al derecho a la intimidad. Argumentan que sus oficinas son espacios de trabajo confidencial donde se discuten temas sensibles relacionados con la labor legislativa.
«Son dispositivos para el manejo de las luces que eran aparentemente inteligentes, pero que generan cuestionamientos y preocupaciones. El primero de ellos es cuál es la funcionalidad de que tuvieran cámara y sonido, y lo más grave es que cuando intentamos tapar la cámara aparecen al otro día unos funcionarios diciendo que estábamos obstruyendo su funcionamiento», señaló el representante Duvalier Sánchez.
Desde la oposición, la medida también fue criticada y calificada como «grave». El senador David Luna de Cambio Radical denunció que esto podría estar relacionado con la ‘operación orión’, generando inquietudes sobre posibles interceptaciones.
«Esto para la oposición es muy grave porque hoy que conocemos que podemos estar siendo interceptados en una operación orión nos genera preocupación. Este es un sistema muy vulnerable para poder ser interceptados y darse cuenta de todo lo que hablamos en las oficinas. Esto es de la máxima gravedad y hay que prender las alarmas», advirtió la representante Carolina Arbeláez de Cambio Radical.
La representante del Pacto Histórico, Alexandra Vásquez, se unió a la denuncia, enfatizando que nunca fueron informados sobre esta medida y que atenta contra la privacidad de sus reuniones diarias de trabajo.
Los congresistas también alertaron sobre un posible «detrimento patrimonial» debido a que, tras la protesta por los dispositivos, muchos fueron retirados y no tendrán otra función.
En respuesta, el director administrativo de la Cámara de Representantes, Jhon Abiud Ramírez, aclaró que los dispositivos fueron inicialmente instalados para «automatizar las luces». Sin embargo, fueron retirados después de las denuncias de los parlamentarios.
«Algunos Honorables Representantes y funcionarios estaban preocupados por las pantallas que se ubicaron en las oficinas porque creían que tenían cámara y micrófono encendidos. Algunos, sin justificación técnica, dijeron que eso los podían observar y escuchar, entonces con el fin de evitar situaciones que afecten la tranquilidad y privacidad de cada HR y de los equipos de trabajo se tomó la decisión de quitarlos», explicó el funcionario.
La Cámara de Representantes emitió un comunicado negando el espionaje y anunciando el retiro definitivo de los dispositivos electrónicos cuestionados.