Inaudito! así resulta la obra del Megacolegio de Las Compuertas en el municipio de Manatí, porque a pesar de ser una construcción soñada y largamente esperada por su comunidad del 2019 al 2024 y con un costo de más de 6 mil 789 millones pesos, hoy da grima recorrer sus instalaciones.
A la distancia, otras poblaciones se preguntarán ¿pero qué de malo pueden tener unas aulas recién construidas? la obra no supera los 5 años, ¿por qué sólo los niños de jardín reciben merienda? Ese par de perlas navegan hoy, en las aguas turbias y estancadas que hoy tienen la zona de bebederos de agua, de eso no hay sino sucieza y verdín.
Muchos atlanticenses no alcanzan a imaginar lo que deseaba esta comunidad, sobre todo los más jóvenes la materialización de una obra de gran impacto y desarrollo social para sus nacientes generaciones, de eso hoy sólo sobresalen las fantasías que hacen parte del imaginario de aquellos, que recibieron la socialización cuando apenas era un proyecto.
Y es que este megacolegio tiene 30 amplios y cómodos salones construidos en 8 bloques que abarcan 2.573 metros cuadrados, en un basurero, en el que el monte crece por todos lados, con la complicidad además de culebras y babillas que deambulan como “perro por su casa” causando temor y rechazo entre la comunidad estudiantil.
Después de la tragedia del sur del Atlántico por el rompimiento del terraplén del Canal del Dique, el 30 de noviembre de 2010, la obra más esperada por la comunidad de Las Compuertas fue la construcción del megacolegio: decenas de familias vulnerables, dedicadas en su mayoría a la pesca, la esperaron con gran esperanza para la educación de sus hijos, pero hoy sienten que es incierto el futuro de la nueva institución, que tiene 30 amplios y cómodos salones construidos en 8 bloques que abarcan 2.573 metros cuadrados.
Y es que este colegio, diseñado con base en las normas técnicas que ordena el Ministerio de Educación, no tiene en servicio la sala de informática ni la biblioteca ni el laboratorio de química ni el salón múltiple, áreas en las que los 360 alumnos de preescolar hasta bachillerato deberían estar enriqueciendo sus conocimientos.
Y ni hablar del estado de los baños, pues estos emanan olores fétidos producto de la poca o nula administración de su aseo y cuidado. No hay canecas y los malos olores se esparcen por todo el entorno. De noche los pasillos y salones se llenan de miles de cucarachas.
En medio de las fuertes condiciones climáticas que hoy se vive en el departamento del Atlántico, los estudiantes padecen mas con el calor porque la conexión eléctrica que provee la empresa de Air-e es ilegal; tampoco cuenta con el servicio de agua conectado por el operador Aguas del Sur del Atlántico.
Otros que también sufren, son los niños de preescolar , los cuales son atendidos por el Programa de Alimentación Escolar de la Gobernación del Atlántico hallando que la merienda que les dan a los pequeños se la llevan a su salón, que apesta a excremento de murciélagos, porque el comedor, amplio y fresco, tampoco está funcionando. No tiene mesas ni sillas ni estufa para cocinar; ni neveras para refrigerar comidas.