La discusión final en el Senado y los ajustados plazos ponen en vilo el destino de la iniciativa.
La reforma a la educación enfrenta un crucial momento en su trámite legislativo, ya que ingresará a su último debate en la plenaria del Senado el 17 de junio, según lo estipulado en el cronograma oficial del Congreso, tras una reunión con los líderes de los partidos políticos.
Sin embargo, los plazos ajustados podrían representar un obstáculo considerable para la aprobación de esta ley estatutaria, como advierte el senador Ariel Ávila: «Falta un debate que es plenaria de Senado en donde solo tendremos un día, así que todavía los tiempos están muy ajustados, los riesgos de que se hunda son altísimos».
Aunque en la Comisión Primera del Senado se alcanzó un consenso entre todos los sectores políticos para respaldar el proyecto, incluyendo a independientes y opositores, surgen indicios de posibles modificaciones desde el Pacto Histórico.
La senadora María José Pizarro señaló la intención de respetar el acuerdo existente, pero reconoció que las bancadas tienen libertad para proponer cambios al texto: «Se mantiene el acuerdo en la plenaria, pero los senadores y las bancadas son libres de presentar sus proposiciones».
La próxima semana se llevará a cabo una reunión entre el Pacto Histórico y el Gobierno Nacional para revisar algunos puntos de la reforma y plantear posibles mejoras al texto, sin infringir el acuerdo suscrito con los legisladores independientes y de oposición.