Los grandes retos de Santa Marta detrás de sus 500 años: Lizbeth Rodríguez

Segun la columnista la ciudad necesita acciones inmediatas para convertir dificultades en oportunidades y asegurar un futuro sostenible.

Lizbeth Rodríguez, una destacada columnista, ofrece una reflexión profunda sobre los retos que enfrenta la capital del Magdalena en su camino hacia el desarrollo sostenible, teniendo en cuenta la situación actual de la ciudad que está próxima a cumplir su quincentenario, una celebración que pone en evidencia tanto su rica historia como sus actuales desafíos.

Santa Marta, al igual que San Salvador, fue fundada en 1525. Sin embargo, las diferencias entre ambas ciudades son significativas. San Salvador es hoy una metrópoli densamente poblada y con un desarrollo económico acelerado, mientras que Santa Marta lucha por superar problemas estructurales y económicos. «La economía de Santa Marta depende del turismo, comercio, actividad portuaria, pesca y agricultura, sectores que no han sido suficientes para impulsar un desarrollo sostenido y equitativo», señala Rodríguez.

En su análisis, Rodríguez resalta la gestión del presidente Nayib Bukele en San Salvador, quien ha logrado reducir significativamente la violencia y mejorar la seguridad, convirtiendo a la ciudad en un destino seguro reconocido por National Geographic. «Santa Marta aún batalla contra altos índices de criminalidad y necesita adoptar estrategias efectivas de seguridad y desarrollo económico», opina la analista.

Asimismo, según Lizbeth el mayor desafío de Santa Marta no es solo resolver la crisis del agua potable, aunque reconoce su importancia. Según ella, es esencial mejorar los sistemas de acueducto y alcantarillado, crear empleo formal, incrementar la seguridad, ofrecer educación de calidad, promover un turismo sostenible y empoderar a los jóvenes.«Este problema refleja un retraso significativo en el desarrollo urbano comparado con otras ciudades. La agenda de los 500 años debe ser ambiciosa e integral», afirma Rodríguez.

Ademas, enfatiza que los 500 años de Santa Marta deben celebrarse con una visión estratégica que apunte a un desarrollo económico sólido y sostenible. «No necesitamos una conmemoración marcada por la burocracia, sino una gestión efectiva que transforme la ciudad en un modelo de desarrollo urbano», declara. Según Rodríguez, el verdadero reto es hacer de Santa Marta una ciudad segura, productiva y con una alta calidad de vida para todos sus habitantes.

En respuesta a los crecientes problemas de inseguridad, las autoridades han anunciado la realización de más operativos en otros barrios. Sin embargo, a pesar de ser un paso positivo, se necesita un enfoque más amplio y estructural para abordar los problemas fundamentales de la ciudad. «Es hora de que Santa Marta reciba la atención y las soluciones que merece, para que pueda celebrar su quincentenario no solo con orgullo histórico, sino con un futuro prometedor y sostenible», agregó Rodríguez.

La ciudad necesita acciones urgentes y transformadoras para enfrentar sus numerosos desafíos. Por lo que debe abordar de inmediato sus problemas estructurales y económicos, convirtiendo sus dificultades en oportunidades de desarrollo. La implementación de políticas efectivas y una gestión comprometida serán esenciales para lograr una Santa Marta más segura, productiva y con una mejor calidad de vida.