El desplome de la estructura en la calle 30 dejó cuatro muertos y tres heridos, afectando gravemente la movilidad en la región.
En la madrugada del viernes 31 de mayo, una emergencia sacudió al municipio de Soledad, Atlántico, cuando el colapso de un puente en la calle 30 generó un cráter en la calzada norte-sur, a la altura del puente del INEM. Este incidente trágico cobró la vida de cuatro personas y dejó a otras tres heridas, quienes se desplazaban en dos automóviles y una motocicleta que cayeron en el hueco abierto en la vía.
«Inmediatamente, se despacha, se hace el procedimiento para la recuperación de las personas lesionadas que estaban dentro de algunos vehículos y la extracción de las personas que fallecieron», explicó Blas Araújo, subcomandante del Cuerpo de Bomberos de Soledad.
El colapso del puente ha provocado graves afectaciones en la movilidad, ya que esta es una de las principales vías que conecta a Barranquilla y su área metropolitana con el resto del departamento del Atlántico, y también es la ruta hacia el aeropuerto Ernesto Cortissoz.
Rutas alternas para el aeropuerto en Barranquilla:
Tras el hundimiento de la placa en esta crucial vía, las autoridades de tránsito acudieron al lugar para gestionar la movilidad. Según el teniente coronel Julio Olaya, jefe seccional de tránsito de Barranquilla, se han habilitado varias rutas alternas para los ciudadanos que necesitan llegar y salir del aeropuerto Ernesto Cortissoz.
Las alternativas incluyen el uso de la Circunvalar con la glorieta, la bifurcación de la calle 30 hacia el barrio Simón Bolívar, y la calle 30 con carreras 2 y 4. Asimismo, los conductores que ingresan a la ciudad desde la banda oriental pueden desviarse por la calle 28 a la altura del puente de la Virgencita.
Las autoridades continúan trabajando en la zona para evacuar los vehículos atrapados en el cráter y regular la movilidad de los afectados por el monumental trancón. Aún se desconoce cuándo será reparada la vía, que sufrió daños aparentemente provocados por las intensas lluvias de los últimos días, las cuales causaron múltiples arroyos e inundaciones.
Este desastre ha resaltado la necesidad de una infraestructura vial más resiliente y de medidas de mitigación ante eventos climáticos extremos que afectan a la región.