Israel rechaza alto el fuego permanente hasta derrotar a Hamás

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Las autoridades israelíes han reafirmado su posición de no aceptar un alto el fuego permanente en la Franja de Gaza hasta que se cumplan todos los objetivos de su campaña militar, los cuales incluyen la «eliminación completa de las capacidades militares y de gobierno de Hamás» en el enclave palestino.

«De acuerdo con la propuesta, Israel seguirá insistiendo en que se cumplan estas condiciones antes de que entre en vigor un alto el fuego permanente», señaló la oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en un comunicado oficial.

Esta declaración sigue al anuncio del presidente estadounidense, Joe Biden, desde la Casa Blanca, sobre una propuesta de tregua en tres fases. El plan de tregua incluye intercambios de rehenes israelíes por presos palestinos, una retirada gradual de las tropas israelíes de Gaza y la implementación de un plan de reconstrucción.

El equipo del primer ministro Netanyahu confirmó que los negociadores israelíes han sido autorizados para presentar un borrador de tregua a Hamás para la liberación de los secuestrados. Sin embargo, recalcaron que la guerra no concluirá hasta que Israel alcance sus objetivos militares.

Por otro lado, el grupo islamista Hamás ha mostrado una postura positiva hacia la propuesta de tregua de Biden, especialmente en relación con el «alto el fuego definitivo, la retirada de las fuerzas israelíes de la Franja de Gaza, la reconstrucción de Gaza y el intercambio de prisioneros».

En las últimas 24 horas, cerca de cien personas han perdido la vida y más de 300 han resultado heridas debido a los ataques israelíes en la Franja de Gaza, según los datos más recientes del Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás. El informe diario detalla «cinco masacres contra familias» en el devastado enclave palestino, resultando en 95 muertos y alrededor de 350 heridos tras la ofensiva israelí en Yabalia, en el norte de la Franja.

El grupo palestino ha insistido en su disposición para un acuerdo de liberación de los secuestrados a cambio de prisioneros palestinos en cárceles israelíes, siempre que Israel detenga su ofensiva en Gaza.

Según fuentes médicas vinculadas a Hamás, el conflicto ha provocado más de 36,200 muertes en la región. La situación en Gaza sigue siendo extremadamente crítica, y la comunidad internacional observa con creciente preocupación la escalada de violencia y sus devastadoras consecuencias humanitarias.