¿Vuelve Uribe reforzado?

POR: Víctor Herrera Michel

Colaborador

Vuelve y juega el expresidente y ex senador Álvaro Uribe.

Contrario a lo que muchos pensaron al inicio de este gobierno, cuando el ex mandatario se tomó varios “tintos” con el presidente Gustavo Petro, en lo que parecía una especie de “oposición reflexiva” que había durado casi dos años, muy recientemente el jefe máximo del partido Centro Democrático ha arremetido contra el presidente, ha incitado a las fuerzas militares a la insurrección y hasta ha recordado los episodios que, similares a los de hoy, propiciaron la aparición de las autodefensas. Grave el asunto.

Todo parece indicar que el cambio en la titularidad de la fiscalía, ocupada antes por el amigo Barbosa, y, sobre todo, el cambio radical del criterio del ente de control, pasando de pedir antes la prescripción y ahora el llamamiento a juicio dentro del proceso judicial que se le sigue, aunado muy seguramente a la situación que vive el país, sobre todo en materia de seguridad, hicieron variar de opinión a Uribe, quien se habría decidido a tomar en firme las riendas de la oposición.

Podríamos pensar que existe un elemento más que influyó en esta decisión: La falta de una oposición clara y de peso. Ni las senadoras María Fernanda Cabal o Paloma Valencia ni ahora la periodista Vicky Dávila, que apenas arranca, parecen ser, según las encuetas, la fórmula prometedora de la derecha para las elecciones presidenciales del 2025.

Por cierto, llama la atención que son mujeres las que más suenan. No es de extrañar pues el próximo domingo, México por primera vez elegirá una mujer en la presidencia de la república, si algo extraordinario no sucede.

Uribe Vélez alguna vez luego de sus mandatos presidenciales había dicho que solo se haría elegir una vez más si en el país hubiera una “Hecatombe”. ¿La habrá…?

Y es que, en honor a la verdad, el expresidente Uribe tiene los antecedentes para ser escuchado, sobre todo en materia de seguridad. Sus logros en este asunto durante sus dos gobiernos son innegables en la reducción drástica de los principales delitos mediante el lema de: la “Seguridad democrática y la confianza inversionista”. Lástima el manchón imborrable de los “falsos positivos”.

Pero el hecho real es que el expresidente ha decidido volver a la palestra del panorama político nacional, y esta vez reforzado, para hablarle fuerte y de frente a Petro. Y lo hace en momentos en que el país está pasando por un trance muy difícil. La baja en los indicadores económicos que se refleja en desempleo e inseguridad, la incertidumbre del proceso de la “Paz total” con tantos actores y factores, la ineficiencia en la ejecución presupuestal, la negligencia e ineptitud de muchos funcionarios del actual gobierno, la proximidad de las elecciones que aumenta la polarización, el exceso de personalismos en las decisiones del presidente, las reformas en vilo, la corrupción rampante, los medios militantes, en fin.

Pero creemos particularmente que este debería ser es el momento de todo lo contrario. Lo que el país necesita ahora es que sus principales representantes de los diversos sectores puedan sentarse a dialogar y conciliar en aspectos fundamentales que cada vez agravan su situación: la economía, la inseguridad, la inversión extranjera y nacional, los indicadores económicos, la deuda, la regla fiscal, el desempleo, la informalidad, la seguridad alimentaria, el transporte, las reformas a la salud, pensional, laboral, de la educación y  la justicia y la ejecución del presupuesto, entre otros  

Es hora de la grandeza. Como dijo alguna vez el general liberal Benjamín Herrera: “La patria por encima de los partidos”.

@vherreram