Por: Juan Roa De Ávila
La Cámara de Representantes aprobó por amplia mayoría el proyecto de ley que prohíbe las corridas de toros en el país, iniciativa que logró 93 votos favorables tras 14 aplazamientos.
Después de que el Congreso de la República aprobara este proyecto, que además prohíbe las becerradas y novilladas en Colombia, toma relevancia la iniciativa para regular las tradicionales corralejas, especialmente en pueblos de la costa Caribe colombiana, donde esta es una tradición fuertemente arraigada a la cultura popular en muchos pueblos.
Aunque las corralejas no fueron prohibidas en la reciente ley aprobada, se busca establecer un marco normativo que permita su realización bajo ciertas condiciones.
Por ejemplo, entre las medidas propuestas se encuentran la prohibición de que entidades estatales, alcaldías o gobernaciones publiciten o patrocinen las corralejas municipales, así como la prohibición del uso de instrumentos cortopunzantes o que lastimen a los animales dentro del redondel, como cuchillos, piedras, garrochas o tasers utilizados para azuzar a los toros.
La iniciativa la encabeza la senadora animalista Andrea Padilla Villarraga, quien busca regular este tipo de actos con una serie de restricciones para promover alternativas culturales que no impliquen el uso de animales, tal como se hace en las corralejas.
Las corralejas son muy parecidas a las corridas, pero no han sido controladas, por lo que ocurren muchos accidentes cuando se realizan. De hecho, los desplomes de estructuras han generado tragedias en varios pueblos del Caribe.
A ello, hay que sumarle el número importante de heridos y muertos que dejan estos eventos.
La idea también contempla hacer obligatorio que los organizadores de las corralejas adquieran una póliza de responsabilidad civil extracontractual y prohíbe tajantemente el uso de recursos públicos para promover, publicitar o patrocinar estas actividades, tal como lo ordena una sentencia de la Corte Constitucional.
Al respecto, Alejandro García, ponente de este proyecto de ley, se refirió al tema y dijo que, precisamente, las corralejas ni siquiera se han regulado, no cuentan con control en las zonas en las que se realizan y “esto complica muchísimo más su prohibicionismo”.
Entre tanto, Juan Carlos Losada, representante del Partido Liberal que apoyó la prohibición de las corridas, así como la transformación de las plazas de toros y la reconversión laboral para quienes viven del toreo, aseguró que “si se hubieran incluido las corralejas, nunca se hubiera avanzado en la materia de la tauromaquia”
“Es imposible pasar ese tema hoy, incluso porque la bancada más poderosa en el Congreso de la República es la costeña y se opone al prohibicionismo de las corralejas. Meter toros y corralejas juntos, es lo mismo que nunca prohibir corridas de toros”, subrayó Lozada.
Aunque las corralejas no fueron prohibidas, en la iniciativa de varios congresistas lo que se busca es establecer un marco normativo que permita su realización de las corralejas bajo ciertas condiciones y restricciones, en consonancia con los principios de protección animal y respeto por las tradiciones culturales muy arraigados en la cultura del Caribe.