[Editorial] ¿Riesgo de apagones en la región Caribe?

Algo que se vislumbra en el panorama a nivel nacional, es que Colombia –especialmente la región Caribe– se enfrenta a un inminente riesgo de quedarse a oscuras por la falta de energía.

No obstante, el ministro del ramo asegura que pronto llegarán las lluvias, lo cual se traduciría  en la posibilidad que este fenómeno contribuiría al abastecimiento de los embalses; aun así los expertos en la materia han aclarado que no existe la contundente  certeza de que se puedan evitar los racionamientos e incluso apagones en un futuro no muy lejano, pese a esta posibilidad que se vislumbra en el horizonte, la Asociación Nacional de Empresas generadoras de energía proyectan un incremento en las facturas de energía durante la temporada del denominado fenómeno de El Niño en el   mes de junio en aproximadamente 35 pesos por kilovatio, motivo que genera una gran expectativa entre los habitantes de la región Caribe.

Colombia se asoma en estos días al abismo del racionamiento eléctrico. La lluvia no ha llegado en abundancia como esperaba el Gobierno en abril y la sequía que produce el fenómeno de El Niño se ha agravado.

Las reservas hídricas están al 29%, según los últimos datos de XM, la empresa encargada de operar el sistema eléctrico. Es apenas dos puntos porcentuales por encima del nivel crítico de 27%, que posiblemente conduciría al país al primer racionamiento eléctrico después de 30 años; indiscutiblemente esta es una situación que tiene encendidas las alarmas en los departamentos del Atlántico, Magdalena, Cesar, La Guajira, Bolívar, Sucre y Córdoba y han puesto el tema en el centro de la agenda. Aunque el ministro de Minas y Energía, Omar Andrés Camacho, haya  reiterado que pronto lloverá y que se podrá evitar el racionamiento, sin embargo los expertos consultados conceptúan que no existen  certezas al respecto.

Como se sabe, la energía hidráulica en Colombia representa el 70% del suministro y es nuestro mayor beneficio, no obstante también se puede catalogar como  nuestro peor enemigo por lo que nos hace muy dependientes del cambio climático, teniendo en cuenta que si llueve poco, los embalses se secan y las turbinas pierden la posibilidad de generar energía. Las centrales térmicas, con gas, carbón y líquidos, no alcanzan el 30% en condiciones normales y en lo referente a las energías renovables no convencionales, todavía son marginales.

Otro de los aspectos para tener muy en cuenta  es que la demanda ha aumentado un 7,5% entre marzo, abril y mayo, los mismos meses del año anterior, según datos de XM.

El incremento ha sido del 10,5% en el Caribe, una región que ha padecido especialmente las altas temperaturas de El Niño y que ha tenido mayor necesidad de aumentar el consumo de energía como mecanismo de disminución del calor reinante en esta época.

Frente a lo anteriormente relatado el ministro de Minas y Energía Andrés Camacho Morales aseguró ayer que el racionamiento no está entre los escenarios que contempla el Gobierno Nacional.

Lo cierto es que el denominado  fenómeno de El Niño ya está dando señales de debilitamiento, lo que nos hace colegir que entraríamos en un proceso de recuperación de los embalses, lo que generaría como consecuencia que los colombianos tengamos garantías de que no habrá racionamientos por ahora.

Claro está que la única certeza, en caso de presentarse la necesidad de un racionamiento, es que este sería un fuerte golpe –en el bajo vientre– para una economía que apenas crece y que se constituiría en algo que cualquier gobierno evitaría a toda costa.