En una alianza entre el Programa Presidencial Sonidos para la Construcción de Paz y la Asociación Nacional de Música Sinfónica de Colombia, 18 jóvenes del Coro Hijas e Hijos de la Paz de la Filarmónica de Bogotá emprendieron un viaje con destino a Amberes, Bélgica con la misión de entonar melodías de esperanza y reconciliación en el buque Gloria, junto a aprendices de la Armada Nacional.
La jornada comenzó con una emotiva despedida en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, donde los medios de comunicación se congregaron para capturar el momento. Esta vez, el coro, tras su conmovedora presentación ante el Consejo de Seguridad de la ONU, representa a Colombia en la llegada del buque Gloria, portando un mensaje de paz que trasciende fronteras.
El Programa Presidencial Sonidos para la Construcción de Paz, impulsado por el viceministerio de las Artes y la Economía Cultural y Creativa en colaboración con el Ministerio de Educación, tiene como objetivo promover las Culturas de Paz a través del arte y la música, garantizando el derecho a la expresión y la diversidad cultural.
Esta experiencia en Amberes no solo enriquece a los participantes, sino que también inspira a futuras generaciones de talento, demostrando el impacto positivo de iniciativas como el Programa Presidencial Sonidos para la Construcción de Paz.
La elección de Bélgica como destino no es casualidad, pues el país ha sido un aliado crucial en el apoyo al Acuerdo de Paz. Esta travesía se suma a las más de 30 presentaciones tanto nacionales como internacionales que ha realizado el coro, destacando su importancia en la escena musical mundial.
Con un total de 88 tripulantes y 73 alumnos de la Escuela Naval de Cadetes ‘Almirante Padilla’, el buque Gloria partió el pasado 1 de mayo en un viaje que incluye paradas en Estados Unidos y Europa, fortaleciendo la unión entre la Armada Nacional y los jóvenes músicos.
Gracias al esfuerzo conjunto de la Filarmónica, la Embajada de Colombia en Bélgica, la Fundación Ford, entre otros, esta unión entre la música y la paz se hace posible, demostrando que la cultura es un poderoso puente hacia un mundo mejor.